Cada 11 de octubre, el aroma del carbón encendido se vuelve símbolo nacional: se celebra el Día del Asado Argentino, una fecha que rinde homenaje al ritual gastronómico más identitario del país. En las parrillas de Buenos Aires y de cada rincón del territorio, el fuego convoca, el humo emociona y los cortes elegidos revelan tanto de la historia como del paladar argentino.
Entre los más pedidos, el asado de tira sigue reinando por su sabor intenso y su textura jugosa; la entraña, corte fino y tierno, se gana cada vez más fanáticos entre los comensales exigentes; el vacío, clásico infaltable, conquista por su equilibrio entre grasa y sabor; y el bife de chorizo, ese emblema de las parrillas porteñas, representa la perfección del punto justo.
Cada uno de estos cortes encarna un estilo, una forma de encuentro y un legado cultural que trasciende generaciones. Porque el asado no es solo carne: es reunión, identidad y pasión. A continuación, algunas de las parrillas argentinas más destacadas donde estos cortes se celebran como merecen, entre brasas, tradición y modernidad.
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RUFINO
Rufino pone en el centro de la mesa la grandeza del asado argentino con una carta que honra la carne de pastura y los cortes más emblemáticos. Su propuesta se apoya en el trabajo de frigoríficos como Muge y Entre Todos —este último con más de 40 años de trayectoria—, lo que garantiza piezas de gran sabor, terneza y jugosidad. Cada noche, se lucen cortes como el costillar del centro de 1 kilo, cocido a baja temperatura durante seis horas; el T-Bone de 1 kilo; el ojo de bife con hueso de 650 g cocido a la parrilla con manteca de chimichurri; la entraña con ajíes en vinagre y romero, y la marucha (flat iron) de 650 g. Las entradas también celebran esta tradición argentina, como el Matrimonio Rufino (chorizo y morcilla) con peperonata de pimientos, las mollejas con papas rotas y puré de coliflor o chinchulines con chimi de hierbas. Todo esto sucede en un espacio singular, en pleno subsuelo del hotel Mío Buenos Aires, Recoleta, donde sillones de cuero, pieles de decoración y un mural de vacas refuerzan la identidad de esta sofisticada parrilla de Recoleta.
Dirección: Av. Pres. Manuel Quintana 465, Subsuelo del Hotel Mío Buenos Aires, Recoleta.
Instagram: @rufinoarg
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VIEJO PATRÓN
Viejo Patrón se ha consolidado como una de las parrillas más destacadas de la ciudad por su capacidad de unir tradición y excelencia bajo la dirección de Julio Gagliano, uno de los 25 sommeliers de carnes profesionales del país. En esta casona de Liniers la carne de pastura es protagonista con cortes que rinden homenaje al asado argentino: el vacío del fino en manta de 750 g acompañado de ensalada mixta y papas cuña, el entrecot de 850 g con rúcula y parmesano, el costillar braseado de 1600 g cocido lentamente hasta lograr una jugosidad perfecta, y el asado especial del centro de 750 g con cinco costillas. También sobresalen propuestas únicas como la selección del sommelier (800 g), que combina diferentes cortes de alta calidad, como lomo, bife de chorizo, cuadril y punta de asado. En cada plato, Viejo Patrón reafirma su compromiso por transmitir el verdadero valor de la carne y asado argentino, en un entorno cálido y con la impronta de un especialista que conoce cada secreto del fuego y la materia prima.
Dirección: Av. Larrazábal 502, esq. Patrón, Liniers.
Instagram: @viejopatronrestogrill
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HIERRO
En el Día del Asado en Argentina, Hierro se posiciona como una de las propuestas que mejor celebra esta tradición. En sus sedes en Palermo y Nordelta, esta Casa de Fuegos trabaja con carnes argentinas de novillo Angus Black maduradas al vacío entre 30 y 45 días, lo que asegura un sabor intenso y una terneza única. La carta incluye cortes populares como vacío de 350 g, asado banderita en versiones de 400 y 800 g, lomo de 300 g, bife de chorizo de 350 g y ojo de bife de 350 g, junto a cortes especiales como el ojo de bife con hueso boutique de 750 g, el T-Bone de 750 g y la entraña curada por Muge con 15 días de maduración. Todos se cocinan a las brasas de carbón y quebracho colorado, que aportan un sutil ahumado, realzado por guarniciones de autor como el brócoli asado con pasta de berenjena y salsa teriyaki Hierro o las zanahorias rostizadas con pasta de porotos negros. Así, Hierro convierte el ritual del asado en una experiencia auténtica y contemporánea.
Dirección: Boulevard del Mirador 220, Nordelta; Costa Rica 5602, Palermo.
Instagram: @hierronordelta; @hierro.palermo
FOGA
FOGA es una parrilla especializada en ahumados ubicada en Palermo, con una propuesta que combina técnicas clásicas y cocción a leña, donde el humo es protagonista y la tradición del asado se recrea de manera única. Los cortes se cocinan en un ahumador de doble cámara durante más de 12 horas a baja temperatura, utilizando un blend de leñas de espinillo, quebracho blanco, manzano y cerezo que define el sabor. Se lucen la costilla ahumada con papas fritas, la entraña (450 g), el vacío ahumado, el bife de chorizo (400 g) y el asado banderita al grill (400 g). Las guarniciones incluyen ensaladas frescas y vegetales ahumados, entre otras opciones. Para acompañar, se puede optar por alguna etiqueta de su imponente cava a la vista o un cóctel de autor de la barra.
Dirección: Honduras 5098, Palermo.
Instagram: @foga_ahumados
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LA DORITA
En La Dorita, hablar de carne es hablar de asado. La parrillada completa se ha convertido en uno de los pedidos más habituales y celebrados por quienes visitan esta parrilla pionera de Palermo. Con cortes provenientes de novillos pesados, criados a pastura y cocinados a leña de quebracho en parrillas tradicionales, la carne conserva todo su jugo y ese aroma inconfundible que la distingue. A la mesa llegan costillares del centro, bifes de chorizo, ojo de bife, entraña, picaña y las infaltables achuras: mollejas, chorizo de cerdo y morcilla, cada pieza impregnada del sabor profundo que solo brinda el buen fuego argentino. Las guarniciones acompañan de manera perfecta, desde papas fritas crocantes hasta boniatos con cebollas al rescoldo. La experiencia se completa con vinos de bodegas seleccionadas que realzan cada bocado y generan un maridaje ideal. Así, en La Dorita, el asado se transforma en un auténtico ritual porteño que convoca y celebra el encuentro.
Direcciones: Humboldt 1892; Bulnes 2593, Palermo.
Instagram: @ladoritaparrilla