Hay comidas que nacen de la simplicidad y logran volverse universales. El sándwich —esa unión perfecta entre pan, relleno y antojo— es, sin dudas, una de ellas. En la Argentina, su historia se entrelaza con la vida cotidiana: está presente en los almuerzos apurados, en las picadas improvisadas, en los patios escolares y también en los restaurantes que lo han elevado a la categoría de arte. Es versátil, práctico y capaz de condensar en dos rebanadas de pan la identidad de una cocina entera.
El sándwich es más que una comida rápida: es una forma de encuentro, un símbolo de creatividad y una celebración del sabor cotidiano. En el Día Mundial del Sándwich, Buenos Aires demuestra que no hay límites a la hora de reinterpretar un clásico. Entre la herencia europea, la identidad local y la innovación de los chefs contemporáneos, cada propuesta es un recordatorio de que las mejores ideas, a veces, caben entre dos panes.
Hoy, en pleno auge de la gastronomía artesanal y las propuestas de autor, el sándwich vive un renacimiento. Desde los bodegones modernos hasta las boulangeries francesas, pasando por los locales de inspiración judía o los bares de espíritu porteño, cada uno aporta su interpretación personal. Hay combinaciones clásicas y otras audaces, panes que se hornean cada mañana y rellenos que viajan desde la parrilla hasta el mar. En esta guía, una selección de lugares que celebran el Día del Sándwich con creatividad, sabor y un sello propio.
HIERRO BODEGÓN
Los bodegones porteños están viviendo una nueva era, y Hierro Bodegón es prueba de ello. Con estética contemporánea y alma tradicional, su carta combina técnica y nostalgia, elevando la cocina popular argentina. Sus sándwiches caseros son protagonistas: el de milanesa de lomo con lechuga repollada y huevo frito es un clásico infalible, mientras que el de pastrón artesanal con pepinillos y mostaza antigua despliega sabor y textura. Cada uno se sirve en pan de elaboración propia y acompañado por papas crocantes, ideales para acompañar con un Malbec joven o un cóctel de autor de la barra ideada por Santiago Lambardi.
Dirección: Fitz Roy 1722, Palermo.
Instagram: @hierrobodegon
GONTRAN CHERRIER
La boulangerie francesa del maestro panadero Gontran Cherrier trae el espíritu de París a Buenos Aires, con panes elaborados en el día y rellenos de inspiración europea. Entre sus sándwiches más destacados, el de bondiola braseada con mermelada de cebolla en pan ciabatta logra un equilibrio exquisito entre lo dulce, lo salado y lo ahumado. También brillan el clásico Club Sándwich de pollo en pan brioche, el de jamón crudo y brie o el tibio de vegetales grillados con provoleta fundida. Un lugar donde el pan tiene historia y el sabor, estilo.
Dirección: Varias sucursales en Palermo, Belgrano, Recoleta, Alianza Francesa y Núñez.
Instagram: @gontrancherrierar
CAFÉ Y ROTISERÍA MISHIGUENE
En Mishiguene, los sabores de la herencia judía se reinterpretan con mirada contemporánea. Tomás Kalika propone sándwiches artesanales donde la memoria se mezcla con la técnica: desde el arayes —pan pita relleno de kebab de cordero y queso gruyere— hasta el sabij vegetariano, con berenjena frita, huevo, tomate y tahina. Pero si hay un imperdible, es el pastrón casero, elaborado según receta propia y servido en pan de campo o incluso dentro de un croissant. Una experiencia que combina raíces, alma y sabor.
Dirección: Cabello 3181, Palermo / Arcos 1521, Belgrano.
Instagram: @cafemishiguene
ANCORA
En Puerto Retiro, Áncora celebra la cocina rioplatense moderna con sándwiches que reflejan oficio y sabor. Su Club Sandwich es pura armonía: pollo grillado, tomate, lechuga, queso fundido, jamón cocido y panceta crocante, entre pan tostado dorado al punto justo. Pero también hay homenajes, como el Chivito, con ojo de bife jugoso, panceta, huevo y mayonesa casera. Cada bocado se marida con una curada carta de vinos seleccionada por el sommelier Aldo Graziani o con sus aperitivos clásicos, perfectos para acompañar la sobremesa.
Dirección: Comodoro Pedro Zanni 351, Puerto Retiro.
Instagram: @ancora_ba
MUYÈ
En Recoleta, Muyè convierte al sándwich en una obra de arte contemporánea. Su propuesta celebra la estacionalidad y la técnica artesanal, desde el British de trucha asada con remoulade de alcaparras —una combinación fresca, elegante y sutilmente marina— hasta el Vegan, una opción vegetal vibrante con verduras salteadas, queso gratinado y pesto de albahaca. Ideal para acompañar con un smoothie natural o un cóctel de autor al atardecer.
Dirección: Ayacucho 1563, Recoleta.
Instagram: @somosmuye
BARRA CHALACA
El chef Gastón Acurio le imprime a su barra cebichera un espíritu peruano que también se traduce entre panes. En su sección Sanguches, la estrella es el de chicharrón de calamar, un hit que combina crocancia marina con salsa tártara y ají tari. También sobresalen el de langostinos con tortilla y salsa golf, y el de milanesa de pescado del día. En su propuesta vibra la frescura del mar y la alegría de las cantinas limeñas, maridada con una cerveza fría o el cóctel Matapena, su creación insignia.
Dirección: Arévalo 1392, Bulnes 2579 (Palermo) / Montañeses 2599 (Belgrano).
Instragram: @barrachalacaarg
BIASATTI
Con sello italiano y alma artesanal, Biasatti eleva la focaccia a otro nivel. En su restaurante de Belgrano y su pastificio de Colegiales, los sándwiches se convierten en pequeños homenajes al Mediterráneo. La focaccia de porchetta con berros, hinojo, menta y dressing de mostaza es pura armonía entre lo aromático y lo fresco, mientras que la de berenjena asada con mozzarella fior di latte y pesto es ideal para los vegetarianos. Todo marida con tónicas San Pellegrino o una cerveza Menabrea bien fría.
Dirección: Ciudad de La Paz 1917, Belgrano.
Instagram: @biasattiok
BAGELS & BAGELS
Desde Polonia al Río de la Plata, el bagel encontró en Buenos Aires un nuevo hogar. En Bagels & Bagels —la marca creada por Lorena y Gastón Vila—, la cocción en agua y el amasado manual se combinan con ingredientes de estación para lograr un pan con carácter y textura única. Su carta propone tres opciones estelares: Avocado, Hot Pastrami y Bagel de Chivito. Este último se lleva todos los aplausos: churrasquito de nalga sellado, alioli casero, muzzarella fundida, tomate, lechuga francesa y huevo frito. Un homenaje gourmet al clásico rioplatense, perfecto para los días cálidos.
Instagram: @bagelsybagels
