Tallarica es un fiel reflejo del talento y profesionalismo de Daniela Tallarico, dueña y chef patissier de esta pastelería de autor, quien trabajó durante más de diez años en la pastelería del hotel Palacio Duhau, Park Hyatt Buenos Aires. Cada comensal que visite sus locales de Palermo y Belgrano podrá degustar productos originales que funcionan y destacan no sólo por la calidad de sus ingredientes y la técnica profesional con la que se elaboran, sino también porque fusionan sabores y texturas que resultan y sorprenden. Con un amplio y versátil menú que incluye desde originales y tentadoras cookies y petits hasta sándwiches, ensaladas, tapas y propuestas para el desayuno y la merienda, acompañado de café de especialidad, jugos y cocktails clásicos; Daniela dio vida a este emprendimiento hace poco más de un año siguiendo un claro objetivo: “La idea fue crear un lugar en el que cada visitante se sienta en su casa, con comodidad, para vivir una experiencia cálida, un lugar de encuentro con los afectos, que los haga sentir que son todos parte de Tallarica”.
¿Cómo describirías tu trayectoria profesional desde tus inicios en la pastelería del hotel Palacio Duhau hasta este presente que te tiene como dueña de tu propio negocio gastronómico desde hace un año?
Yo siento que desde que empecé en el hotel fue como un constante desafío. Si lo analizo año a año, fue como avanzando, aprendiendo y gestionando, todo a la vez, cada año. O sea, pasé por un montón de etapas y sigue siendo un constante aprendizaje. Todos los días es un desafío nuevo, o me lo pongo yo o la vida misma te lo pone: a ver, ahora por dónde vamos, con qué seguimos… es como que no me quedo quieta ahí donde estoy, siempre me pongo objetivos nuevos, cortos, chiquitos, para estar siempre avanzando.
En algún momento, ¿te resultó difícil el hecho de ser mujer en la industria gastronómica? ¿Notaste algún tipo de diferenciación o encasillamiento a lo largo de los años? ¿Falta igualdad en el rubro?
Sí, para mí sí. Como que a la mujer se le hace más difícil. Es la sensación que tengo yo, igual, es mi propia experiencia, no sé si a todo el mundo le pasa lo mismo. Pero sí, creo que para el hombre es mucho más fácil, me da la sensación, como que en este rubro si sos mujeres te tenés que hacer escuchar en algún punto. Y aparte siento que la gastronomía es un grupo muy cerrado de los chefs de renombre y todo eso, y es muy difícil pertenecer a ese pequeño grupo muy selecto.
¿Qué consejos le compartirías a una chef que quiere abrir su propio emprendimiento? ¿Qué errores hoy son tus mayores aprendizajes?
Si tiene todos los medios para poder abrir el negocio, que se anime, que lo haga y que no se detenga. Sí, se va a encontrar con mil tropezones, pero bueno, que se levante y vuelva y vuelva y vuelva y vuelva. Creo que esa es la clave de todo, es la constancia de seguir siempre para adelante. Si te caés te volvés a levantar, y así sucesivamente. Y en cuanto a los errores y aprendizajes, te diría que lo que más se trabaja es lo emocional. O sea, el que se enoja pierde así que hay que mantener una suerte de templanza al momento de llevar un negocio propio.
¿Qué chefs mujeres te inspiraron a lo largo de tu carrera profesional? ¿Te gustaría poder trabajar alguna vez junto alguna de ellas en algún proyecto puntual (un pop up, por ejemplo)?
Me gusta Christina Sunae, me encanta. Dolly Irigoyen me llama mucho la atención, la miraba cuando era chica. Este año tuve la oportunidad de conocer a Eva, la hermana de Karlos Arguiñano. Ellos tenían un programa en canal 13, creo, donde cocinaban y este año la conocí a Eva en Madrid y me pareció tan sencilla, tan amorosa, tan carismática, que me encantó y me gustaría realmente hacer algo. O sea, muy ambiciosa la idea porque está afuera, pero me encantaría, me encantaría con ella porque realmente me pareció muy encantadora y muy sencilla, sobre todo eso, como que te habla de igual a igual, una mujer realmente encantadora.
¿Qué te llevó a armar un menú tan versátil como el de Tallarica, donde lograste que convivan desde las aclamadas petits y cookies de autor, hasta originales sándwiches, ensaladas y principales? ¿Qué buscás generar en el comensal con esta propuesta gastronómica tan completa y diversificada?
Con el menú de Tallarica, primero lo que buscaba era que sea un local de todo el día donde puedas venir en la mañana, la tarde, la noche; o sea, todo el día. Segundo, había que hacerlo rentable, porque solamente con pastelería es como muy difícil que el local sea sustentable, digamos. Entonces había que buscar un equilibrio y ahí me di cuenta que la cocina me empezó a gustar más. Empecé a encontrar un costado mío que no lo tenía ejercitado y que era la cocina, lo salado. Y ahí empecé a meterme un poco más, y la verdad es que me gusta, me desafía, porque siento que todo lo que es pastelería lo hice durante muchos años y me gusta, me divierte, pero lo salado me está gustando más todavía. Y en el comensal busco que coma rico porque siento que a veces cuenta encontrar un lugar donde comer verdaderamente rico, porque si se elige al azar capaz que no todo va a ser tan rico, entonces muchas veces hay que estar dónde comer bien en Buenos Aires. Entonces quise llevar eso a la práctica con el propósito de que siempre que vengas comas rico, por más sencillo que sea el plato que pidas.
¿Qué proyecciones tenés pensadas para Tallarica durante este 2025? ¿Te gustaría abrir nuevas sucursales?
Sí, siento que estamos en una etapa del local donde ya está estable. Entonces sí, podría dedicarle tiempo para abrir otro local tranquilamente. Y lo que tengo ganas este año, como desafío, es llevar a Tallarica afuera, pero no afuera haciendo eventos afuera con tallarica, sino para que se vea la gastronomía o la pastelería en parte que tenemos acá en Buenos Aires, que es muy buena y no hay nada que envidiar a la de afuera porque, sin duda, tenemos grandes cocineros y cocineras, y grandes pasteleros y pasteleras.
Dirección: Av. del Libertador 6025, Belgrano; Av. del Libertador 4096, Imaginá Bocha, Palermo.
Instagram: @tallarica.ba