En una Buenos Aires cada vez más vibrante y diversa, hay lugares que no se limitan a seguir las tendencias: las reinterpretan con alma. En pleno Palermo, Reliquia emerge como uno de esos espacios donde la gastronomía se vuelve un lenguaje emocional. No hay artificios ni poses, sino una búsqueda genuina de sabor, cercanía y verdad.
El restaurante, recientemente reconocido por la Guía Michelin con la distinción Bib Gourmand —que premia a las cocinas de excelente calidad a buen precio—, se consolida como uno de los nombres más auténticos y prometedores del panorama gastronómico argentino. Al frente, la energía y el talento de dos jóvenes que entienden que cocinar también es contar una historia: Branko Vaccaro, joven chef con mucha sensibilidad, y Julia Bottaro, sommelier, su compañera de vida y de proyecto.
Branko Vaccaro y Julia Bottaro.
Juntos, hacen del trabajo en equipo una declaración de principios. Además, el hermano del chef, cumple el doble rol de bartender y camarero, completa la escena cotidiana de un restaurante que se sostiene en el trato cercano y la naturalidad del servicio.
UN ESPACIO QUE ABRAZA CON CALIDEZ
El ambiente de Reliquia invita a quedarse. Con un diseño que combina lo cálido de lo hogareño y lo contemporáneo sin estridencias, cada detalle parece pensado para que el comensal se sienta cómodo, como si entrara a la casa de alguien que realmente quiere recibirlo. El servicio acompaña esa sintonía: impecable, pero nunca solemne. Cercano sin invadir.
Desde el primer bocado, se percibe que aquí hay una mirada cuidada y respetuosa sobre el producto. El pan, acompañado por una manteca ahumada que marca el tono sensorial del recorrido, anticipa la intención de una cocina que busca despertar emociones más que impresionar.
EL MEJOR PATO DE LA ARGENTINA
Entre los platos que marcan la identidad de Reliquia, el pato merece mención aparte. Cocido con maestría, combina texturas y puntos de cocción que revelan un entendimiento profundo de la técnica. El resultado es un plato que se impone sin grandilocuencias: potente, equilibrado, memorable. Para muchos, es hoy el mejor pato de la Argentina.
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La propuesta de temporada no se queda atrás. Durante estos meses, los espárragos —frescos, verdes, precisos— encuentran su lugar protagonista, combinados con sabores que los realzan sin ocultar su esencia. Es un reflejo del respeto de Vaccaro por los productos locales y su compromiso con la estacionalidad, una práctica que distingue a las cocinas que miran hacia el futuro sin perder sus raíces.
TALENTO JOVEN CON ALMA
Branko y Julia encarnan una nueva generación de cocineros argentinos que no necesitan gritar para ser escuchados. Su cocina no busca la espectacularidad, sino la honestidad. En Reliquia, los sabores se reconocen, se sienten, se celebran. Y en cada plato hay algo más que técnica: hay un pulso emocional, una calidez que trasciende el plato y que explica por qué este restaurante se está ganando, poco a poco, un lugar en el corazón de los comensales porteños.
Reliquia no es sólo un restaurante: es una experiencia íntima, un recordatorio de que la hospitalidad sigue siendo el alma de la buena mesa. En un mundo donde la gastronomía a veces se disfraza de espectáculo, este pequeño rincón de Palermo demuestra que lo auténtico sigue siendo lo más revolucionario.
Dirección: Carranza 1601, Palermo
Instagram: @reliquia.restaurante