El plan de deportaciones masivas de Donald Trump generó una fuerte crisis diplomática entre Estados Unidos y Colombia, tras la negativa del presidente colombiano Gustavo Petro a recibir dos aviones con ciudadanos deportados, aunque ambos países llegaron a un acuerdo que parece poner fin a este duro cruce.
“Hemos superado el impase con el Gobierno de los Estados Unidos”, informó el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo. El funcionario aseguró que viajará junto con el embajador Daniel García Peña a Washington D.C “para sostener reuniones de alto nivel que den seguimiento a los acuerdos, resultado del trabajo conjunto que llevó al intercambio de notas diplomáticas entre los dos gobiernos”.
“Seguiremos recibiendo a los colombianos y colombianas que retornen en condición de deportados, garantizándoles condiciones dignas como ciudadanos sujetos de derechos”, comentó. Para esta tarea, pusieron a disposición “el avión presidencial para facilitar el retorno de los connacionales”.
“Colombia ratifica que se mantendrán los canales diplomáticos de interlocución para garantizar los derechos, el interés nacional y la dignidad de nuestros ciudadanos”, finalizó.
Por su parte, la Casa Blanca emitió un comunicado con un tono más severo: “El Gobierno de Colombia ha aceptado todos los términos del presidente Trump, incluida la aceptación irrestricta de todos los extranjeros ilegales de Colombia regresados de los Estados Unidos, incluso en aviones militares estadounidenses, sin limitación ni demora”.
Desde la administración de Trump anunciaron que las sanciones que iban a imponer a Colombia “se mantendrán en reserva y no se firmarán” a menos que dicho país “no cumpla con este acuerdo”.
“Los acontecimientos de hoy dejan claro al mundo que Estados Unidos es respetado nuevamente. El presidente Trump continuará protegiendo ferozmente la soberanía de nuestra nación y espera que todas las demás naciones del mundo cooperen plenamente para aceptar la deportación de sus ciudadanos presentes ilegalmente en los Estados Unidos”, enfatizó la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
LOS CRUCES ENTRE TRUMP Y PETRO
En el marco de su plan de deportaciones, este fin de semana Trump envió dos aviones militares con ciudadanos colombianos esposados de regreso a su país. Sin embargo, Petro rechazó su arribo al cuestionar que los enviaron en “condiciones inhumanas”.
El mandatario estadounidense cuestionó esta decisión, asegurando que los vuelos contaban “con un gran número de delincuentes ilegales” y que “ha puesto en peligro la seguridad nacional y pública de los Estados Unidos”.
Fue en este contexto que Trump anunció que impondría aranceles del 25% a los productos colombianos que ingresen a los Estados Unidos, los cuales luego de una semana pasarían a ser del 50%.
También revocó las visas de los funcionarios y aliados del gobierno colombiano y había sancionó las visas de “todos los miembros del partido, familiares y simpatizantes del gobierno colombiano”; autorizó inspecciones en las cargas colombianas por parte de la Aduana; y amenazó con imponer sanciones “bancarias, financieras y de tesorería en su totalidad”.
Para el Papa Francisco, el plan de deportaciones masivas de Trump es “una vergüenza”
A modo de respuesta, el presidente de Colombia ordenó también elevar los aranceles de importaciones para los productos de los Estados Unidos en un 25%.
Además, Petro informó que “hay 15.660 estadounidenses establecidos en Colombia de manera irregular”, a los que llamó a “acercarse a nuestro servicio migratorio para regularizar su situación”.