El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para impulsar el desarrollo de un sistema de defensa similar a la “Cúpula de Hierro” de Israel.
“La amenaza de ataque con misiles balísticos, hipersónicos y de crucero, y otros ataques aéreos avanzados, sigue siendo la amenaza más catastrófica que enfrenta Estados Unidos”, expresa el decreto.
El texto remarca que en los últimos 40 años “en lugar de disminuir, la amenaza de las armas estratégicas de próxima generación se ha vuelto más intensa y compleja con el desarrollo por parte de adversarios pares y casi pares de sistemas de lanzamiento de próxima generación y sus propias capacidades integradas de defensa aérea y de misiles en el territorio nacional”.
En ese sentido, el mandatario cuestionó la cancelación del programa de “defensa eficaz contra los ataques nucleares” impulsado por Ronald Reagan. También apuntó que en las últimas décadas, “la política oficial de defensa nacional contra misiles de Estados Unidos se ha limitado a mantenerse por delante de las amenazas de naciones rebeldes y los lanzamientos de misiles accidentales o no autorizados”.
Siguiendo esa línea, Trump busca tener un sistema de defensa, inspirado en la “Cúpula de Hierro” que Israel utiliza para persuadir los ataques con misiles que se dirigen hacia su territorio, para “promover el objetivo de la paz a través de la fuerza”.
En ese sentido, instó al secretario de Defensa que en los próximos 60 días presente “una arquitectura de referencia, requisitos basados en capacidades y un plan de implementación para el escudo de defensa de misiles de próxima generación”.
Trump y el poder de su «mano dura» en Estados Unidos y el mundo
Solicitó que se consideren la defensa “contra misiles balísticos, hipersónicos, misiles de crucero avanzados y otros ataques aéreos de próxima generación de adversarios pares, casi pares y rebeldes”; la aceleración del despliegue de la capa de sensores espaciales de seguimiento balístico e hipersónico; el desarrollo y despliegue de interceptores espaciales proliferados capaces de interceptar en fase de impulso; el desarrollo y despliegue de capacidades para derrotar ataques con misiles antes del lanzamiento y en la fase de impulso; una evaluación actualizada de la amenaza de los misiles estratégicos a la Patria; y un conjunto priorizado de ubicaciones para defenderse progresivamente contra un ataque de contravalor por parte de adversarios nucleares, entre otros puntos.
La medida apunta a tener capacidad para la defensa “mediante el despliegue y mantenimiento de un escudo de defensa de misiles de próxima generación”, por el cual puedan proteger “a sus ciudadanos e infraestructura crítica contra cualquier ataque aéreo extranjero en el territorio nacional”.
Además, la orden ejecutiva firmada por Trump remarca que “Estados Unidos continúa cooperando en materia de defensa antimisiles con sus aliados y socios para ayudar en la defensa de las poblaciones y tropas aliadas y de las tropas estadounidenses desplegadas en el frente”.
De esta forma, expresó que trabajarán para que el país y sus aliados puedan “aumentar la cooperación bilateral y multilateral en materia de desarrollo, capacidades y operaciones de tecnología de defensa antimisiles”.
También menciona la iniciativa de “mejorar las defensas antimisiles en el teatro de operaciones de las tropas estadounidenses desplegadas en el frente de operaciones y de los territorios, tropas y poblaciones aliados”; y “aumentar y acelerar la provisión de capacidades de defensa antimisiles de Estados Unidos a aliados y socios”.
