Por Barney Henderson, de Newsweek
María Corina Machado ganó el Premio Nobel de la Paz el viernes por la mañana, superando al presidente estadounidense Donald Trump en la obtención del prestigioso galardón.
Machado, líder de la oposición en Venezuela, ha hecho campaña incansablemente por la democracia y es una figura central en la lucha contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Jørgen Watne Frydnes, presidente del comité noruego del Nobel, elogió a Machado por ser una «figura clave y unificadora en una oposición política que antes estaba profundamente dividida, una oposición que encontró puntos en común en la demanda de elecciones libres y un gobierno representativo».
«El año pasado, la señorita Machado se vio obligada a vivir escondida. A pesar de las graves amenazas contra su vida, ha permanecido en el país, una decisión que ha inspirado a millones. Cuando los autoritarios toman el poder, es crucial reconocer a los valientes defensores de la libertad que se alzan y resisten», declaró.
LA CAMPAÑA DE TRUMP PARA EL NOBEL
Trump hizo campaña abiertamente para obtener el premio este año, señalando varios conflictos globales que ha ayudado a resolver.
Las especulaciones sobre su posible victoria se intensificaron a principios de esta semana tras la aprobación de su plan de paz para Gaza, que establece un alto el fuego en la guerra de dos años entre Israel y Hamás. El alto el fuego entró en vigor al mismo tiempo que el anuncio del Nobel.
Al ser preguntado sobre el cabildeo a favor y por parte de Trump, Frydnes respondió: «Creo que este comité ha visto todo tipo de campañas y atención mediática. Recibimos miles y miles de cartas cada año de personas que quieren decir qué les lleva a la paz.
«Este comité se reúne en una sala llena de retratos de todos los galardonados, y esa sala está llena de valentía e integridad. Por eso, basamos nuestra decisión únicamente en el trabajo y la voluntad de Alfred Nobel».
MARÍA CORINA MACHADO: LA «DAMA DE HIERRO» DE VENEZUELA
Esta mujer de 58 años, apodada la «Dama de Hierro» de Venezuela, es ingeniera industrial de profesión. Fue diputada a la Asamblea Nacional desde 2010 hasta su destitución en 2014.
Sin inmutarse, Machado se convirtió en un pararrayos para la oposición. Ha sido vetada por Las autoridades estatales se enfrentaron a prohibiciones legales y se ocultaron en medio de amenazas y represión.
El gobierno de Maduro intensificó su campaña contra la disidencia en los tensos meses previos a las elecciones presidenciales del año pasado, atacando tanto a oponentes reales como imaginarios en una amplia represión contra la oposición.
Machado se disponía a desafiarlo en las urnas. Pero las autoridades electorales, afines al régimen, la inhabilitaron para postularse. En su lugar, Edmundo González, un diplomático de voz suave sin experiencia previa en política electoral, ocupó el cargo.
El período previo a la votación se vio empañado por arrestos, intimidación e inhabilitaciones que dejaron pocas dudas sobre la determinación del gobierno de retener el poder. Cuando el Consejo Nacional Electoral, dominado por leales a Maduro, lo declaró vencedor en medio de acusaciones generalizadas de fraude, estallaron protestas en toda Venezuela. Las fuerzas de seguridad respondieron con fuerza, dejando a más Más de veinte muertos.
Los controvertidos resultados provocaron rupturas diplomáticas con varios países, entre ellos Argentina, y profundizaron el aislamiento del régimen en el extranjero. Machado desapareció de la vista pública en enero y se cree que se encuentra escondido. Poco después, un tribunal venezolano emitió una orden de arresto contra González, quien huyó a España, donde desde entonces ha obtenido asilo.
Publicado en cooperación con Newsweek Internacional