Un actor clave en la guerra entre Israel e Irán es Rusia. Qué gana y qué pierde Vladmir Putin en este conflicto abierto que no para de escalar.
Hay tres puntos a favor que el Kremlin puede conseguir con este enfrentamiento:
-Un incremento mundial del precio del petróleo que prevé agrandar las arcas de Rusia. Este país este uno de los productores más importantes de petróleo y gas a escala global, por lo que se beneficia cuando la situación en la región, que es rica en recursos energéticos, se torna inestable y los mercados se ven perjudicados. Y eso es exactamente, lo que está sucediendo ahora con Irán.
-Qué la guerra de Rusia a Ucrania deje de estar en el centro de la escena. «Se han olvidado de Kyiv» tituló el diario Moskovsky Komsomolets.
-Y si el Kremlin terminara actuando como un mediador entre Israel e Irán, Rusia podría posicionarse como un actor clave en Medio Oriente y como un pacificador, pese a sus ataques a Ucrania. Este rol también lo ubicaría como un socio fundamental de Estados Unidos para el rearmado de la región.
Pero, no todo es ganancia. El científico político ruso Andrei Kortunov escribió un artículo el lunes de esta semana en el diario financiero Mommersant, en el que advirtió sobre las consecuencias que esta guerra puede tener para Rusia.
«El hecho es que Rusia fue incapaz de impedir un ataque contundente de Israel a un país con el que Rusia firmó un amplio convenio estratégico hace cinco meses», marcó
Y por lo tanto, afirmó: «Claramente Moscú no está preparado para ir más allá de las declaraciones políticas de condena a Israel, no está listo para proporcionar asistencia militar a Irán».
El acuerdo al que suscribieron Vladimir Putin y su par iraní, Masoud Pezeshkian, a principios de este año no es una alianza militar, por lo que, Moscú no tiene la obligación de salir en defensa de Teherán.
Este conflicto surge luego de que Putin ya haya perdido tres aliados clave en Medio Oriente: Iraq, Libia y el último, Siria, como consecuencia del derrocamiento del régimen de Bashar al Assad.
Irán ha sido un socio clave para Rusia en la guerra a Ucrania, no solo porque ambas naciones rechazan los valores de Occidente, sino también porque las autoridades iraniés han proveído al ejército ruso de una gran cantidad de escuadrones de drones aéreos Shahed, lo que le permite bombardear a Ucrania sin parar.