El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) disminuyó su asistencia a la mitad en Venezuela, un país en el que el 86% de la población es pobre y se ve obligada a elegir entre comprar alimentos o medicamentos. Por qué se tuvo que tomar esta decisión y cuáles son sus consecuencias.
Marianela González, oficial de Comunicación de PMA en Venezuela, publicó un video en sus redes sociales en el que explicó que la falta de financiamiento pone en peligro la ayuda en todo el mundo.
Y aclaró: «Nuestro programa de comidas escolares aquí no es la excepción».
Esta reducción del 50% implica que los estados venezolanos de Trujillo, Barinas, Yaracuy, Monagas y Anzoátegui ya no recibirán alimentos. En estos lugares hay comunidades aisladas y los menores que viven allí podían comer gracias a esta iniciativa.
Pero ahora la ayuda sólo llegará a cuatro departamentos: Delta Amacuro, Sucre, Zulia y Falcón.
En la nación, sometida al régimen de Nicolás Maduro, 7,9 millones de venezolanos precisaban atención, acorde con los datos públicos más recientes. Sin embargo, el PMA cuenta únicamente con el 15% de los fondos para asistir a una población de 5.1 millones.
En lo que respecta al área de nutrición, los fondos alcanzan el 7% de lo necesario.
EL RECORTE DE AYUDA POR PARTE DE EEUU
Con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, se recortó la ayuda económica que EEUU brindaba a otros países en situación de urgencia y vulnerabilidad.
Norteamerica aportaba cerca de la mitad de los 35 mil dólares anuales requeridos por el PMA para sus distintos proyectos.
En el caso de Venezuela, miles de individuos reciben asistencia humanitaria, ya que, es un país en el que hay niños con desnutrición, alumnos que se desmayan en la escuela a raíz del hambre, comedores que se vieron obligados a cerrar y pacientes que no pueden acceder a los medicamentos.
A la retirada del finaciamiento exterior, hay que sumarle la persecución del chavismo hacia organizaciones de la sociedad civil, lo que llevó a muchas a cerrar y muchas otras sufrieron despidos.
CONSECUENCIAS DE LA REDUCCIÓN DEL PMA EN VENEZUELA
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas comenzó a funcionar en Venezuela en el año 2021, durante la pandemia del Covid-19. En ese momento, más de nueve millones de venezolanos atravesaban inseguridad alimentaria moderada y severa.
Hoy, cuatro años después en una Venezuela en la que el hambre no para de crecer, el proyecto achica su ayuda al 50% y esto impactará no solo en la alimentación de los niños sino también en su educación y para los adultos, tendrá consecuencias en el plano laboral.
La determinación afecta a alrededor de 225.000 estudiantes y trabajadores escolares cuya asistencia a las aulas estaba sujeta a la ración de comida que les daba el PMA.
En consecuencia, al no contar con esta ayuda alimentaria, podría disminuir aun más la cantidad de alumnos que concurren al colegio. Ya es baja la cantidad que se presentan en la escuela, debido a que, los maestros les piden a los padres que nos los manden sino han ingerido al menos una comida en el día.
La preparación de comidas calientes generó empleo local e impulsó la economía de esas zonas.
Pero ahora, con necesidas de menos personal para esas tareas, muchos niños se verán obligados a dejar sus estudios para trabajar y ayudar económicamente a sus familias.
LAS CONSECUENCIAS DE LA REDUCCIÓN DEL PMA ESTADO POR ESTADO
-Anzoátegui: aquí la matrícula escolar para el ciclo 2024-2025 llegó a los 315.000 estudiantes, acorde con los números del gobierno regional, pero la falta del PMA podría revertir el incremento del 20-25% contabilizado en los colegios del Estado.
-Monagas: aquí se estima un aumento del 40% en los valores de matrícula de las escuelas privadas, por lo que la presión sobre las familias crece.
-Trujillo: 176 instituciones de educación inicial y especial reciben beneficios del programa. La suspensión de las comidas que dan los colegios podría perjudicar la asistencia escolar, debido a que para muchos alumnos esa ración de comida era su alimento del día.
Situaciones parecidas se preven para los estados de Barinas y Yaracuy, donde el programa había logrado diversificar su ayuda.
