La reina consorte de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta, informó públicamente que su hija, la princesa Amalia de Orange, de 18 años de edad, fue amenazada de muerte y su seguridad debió ser reforzada. De hecho, la joven abandonó su residencia estudiantil en Ámsterdam para aislarse en el palacio real.
“No sale prácticamente de casa. Seguramente ha escuchado ciertos mensajes que están circulando”, aseguró la monarca argentina sobre su hija, que es la heredera al trono neerlandés, en sucesión del rey y esposo de Máxima, Guillermo Alejandro.
También fue amenazado el primer ministro, Mark Rutte, y aseguran que ambos forman parte de la lista negra de la agrupación Mocro Mafia, un poderoso grupo narco con influencia en los Países Bajos y Bélgica.
Se cree que esta banda (conformada por holandeses, marroquíes y antillanos) es la misma que asesinó al periodista Peter R. de Vries, quien desde hace décadas investigaba al crimen organizado. Mocro Mafia es responsable de distintos secuestros, asesinatos y hasta decapitaciones, además de sobornar a funcionarios y amenazar a víctimas, abogados y testigos.
En el caso del crimen de De Vries, el único detenido y acusado de manera directa es el líder del grupo, Ridouan Taghi. Según el académico de la Universidad de Tilburg, quien fue profesor de la Escuela de Policía, Pieter Tops, “se sospecha que él será condenado por un largo período de tiempo; las probabilidades son bastantes altas”. “A pesar de ello, él sigue al mando y se cree que está completamente radicalizado, ya que, en su mente, piensa que no tiene nada que perder. Y por eso tiene una ofensiva tan violenta en contra de las autoridades del país”, agrega.
Ese es el marco en el que se detectó esa potencial amenaza. El diario De Telegraaf contó que el Servicio General de Inteligencia y Seguridad (AIVD) logró interceptar llamados telefónicos encriptados de la banda hace algunas semanas, y en ellos descubrieron que la heredera al trono y el primer ministro eran objetivos.
