«Después de oler el olor de la pólvora, es difícil quedarte en la comodidad de no hacer nada porque por ahí no te conviene», confiesa Patricio Hernández, CEO de la agencia argentina Methodo, en una charla con Newsweek Argentina, en la que cuenta cómo el viajar a Venezuela y conocer el dolor y el terror en carne propia lo llevó a crear y producir una miniserie llamada «Narcoterroristas».
Con capítulos que duran un minuto, pero con palabras e imágenes que dejan un impacto para siempre, Patricio busca que la mayor cantidad de gente de todo el mundo, entienda cómo Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro, tomaron a un país y, con el poder del narcotráfico y el crimen organizado, lograron «secuestrarlo».
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Usted viajó a Venezuela y a raíz de ese viaje decidió hacer esta miniserie para contar la causa venezolana. ¿Cuándo viajó y con qué Venezuela se encontró?
-Nosotros estuvimos siete días antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio y los dos o tres posteriores. Hubo disturbios tanto el lunes 29 de julio, el día posterior a los comicios, como el martes 30, y el miércoles 31 nosotros logramos salir. El jueves 1° de agosto ya se cerró el espacio aéreo. Para mí fue muy increíble porque nosotros no llegamos desnudos a Venezuela, llegamos después de haberla estudiado muchísimo. Todos los meses de enero a julio previo a la elección (del 28 de julio de 2024) encuestamos mensualmente a 5.000 venezolanos, muchos vivían en Venezuela y muchos otros fuera del país. Hicimos entrevistas en profundidad, focus group, escuchamos las redes sociales. Era tan fuerte todo lo que íbamos incorporando a medida que estudiamos durante todo un semestre Venezuela y nos impactaba tanto que decidimos viajar. Ahora, aun estando muy sumergido en la realidad social habiéndola analizado desde afuera, solo los primeros 45 minutos en Venezuela te hacen notar que no hay ninguna posibilidad de entender desde afuera lo que está sucediendo adentro. Vivimos infinidad de incomodidades o de incordios que el régimen nos propició durante esos 10 días y terminamos saliendo por canales alternativos porque estaba complicada la cosa. Después de todo eso, de vivir en carne propia una maqueta de lo que los venezolanos viven todos los días hace 25 años, nos vimos obligados a tratar de hacer que la mayor cantidad de habitantes del mundo se enteren efectivamente de lo que está sucediendo. Ahí surge la iniciativa nuestra de hacer una microserie con contenidos muy breves que explican la situación que vive Venezuela desde hace 25 años y que provocó una de las mayores fugas de la historia occidental.
Los capítulos de la miniserie, 10 en total, duran un minuto cada uno y solo se ven a través de la cuenta de Instagram @narcoterroristasvzla ¿Por qué eligieron esta forma de contar la historia?
-El promedio del consumidor global recibe cerca de 20.000 estímulos publicitarios por día, por lo que si nosotros hubiésemos querido hacer una película o una serie con los recursos con los que contábamos, las posibilidades de que una gran cantidad de gente se entere democráticamente de qué es lo que está sucediendo era muy poco probable. Por lo tanto, 90/60 segundos con contenido de muy alto impacto es más probable que se vea y el hecho de que se vea produce que el algoritmo haga que se siga mostrando y se siga viendo. Como nuestro objetivo no es ganar un Globo de Oro ni un Oscar sino realmente que la causa se conozca, nos parecía que no había ningún método más democrático para que se difunda esta tragedia que están viviendo los venezolanos que a través de las redes sociales. Cualquier plataforma tiene convenios distintos según los países. Por otro lado, requiere de una burocracia administrativa de acuerdos comerciales, y los ocho millones de venezolanos que viven afuera y que tienen familiares adentro, lo que quieren es que esto se termine. Es por eso, que nuestra colaboración para que esto se termine es democratizar el contenido y que todo el mundo pueda tenerlo a mano.
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La miniserie se llama «Narcoterroristas». Ustedes afirman que en Venezuela no gobierna un presidente sino un cártel, el Cártel de los Soles. ¿Por qué decidieron contar lo que pasa desde el lado del narcoterrorismo y cómo este tomó el poder en esta nación?
-Una tentación que ha tenido el régimen de Maduro es mostrarse como líderes latinoamericanos de izquierda revolucionarios y buscan idealizar, romantizar la palabra revolucionario. Pero lo cierto es que Maduro es más comparable con Pinochet o con Videla que con Cristina Kirchner, Pepe Mujica o Michelle Bachelet. Ellos quieren entrar en un juego de que son una izquierda democrática y eso no es cierto. No solo tienen más que ver con Pinochet o Videla sino también con Chapo Guzmán o Pablo Escobar, y nosotros queríamos que eso quedara claro. No gobierna un presidente, no gobierna una democracia, no ganan elecciones, sino que de alguna manera son el sueño húmedo del Chapo Guzmán o de Pablo Escobar. En aquella Colombia de los 80, principios de los 90, había vasos comunicantes entre el poder político, el poder policial, el Poder Judicial y el narcotráfico: sobornos, relaciones contaminadas entre ambos mundos. Pero en Venezuela lo que se logró es que el Estado terrorista y el narcotráfico coopte el país y las instituciones, es decir, es casi una evolución de lo que sucedió en la Colombia del 80 y en el México actual.
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En ese contexto que describe y que vivió al haber viajado a Venezuela. ¿Cómo fue la recolección de la información para la miniserie? ¿Hubo trabas, obstáculos, gente que no quiso contar cosas por miedo?
-Uno analiza informes de organismos de derechos humanos, de organizaciones no gubernamentales que estudian el tema y todo está muy documentado. Lo que a nosotros nos generó el trabajo de campo fueron los focus group donde vos cuidás las identidades, las miles de entrevistas que realizamos, el analizar las conversaciones en redes sociales, en este caso sobre todo de usuarios que están fuera de Venezuela más que los que están adentro que se cuidan mucho de hablar. Todo de alguna manera está documentado y es muy comentado cuando uno genera ciertos vínculos de confianza con quien entrevista. Lo que nosotros hemos hecho no es más que recolectar información que está muy disponible y ponerla a disposición en un formato interesante, dinámico, para que más personas que no saben de esto se enteren. Necesitamos que de alguna manera la política de distintos tipos de países pague costos al aliarse o al no condenar a una narcodictadura como la de Maduro. Lo nuestro tiene mucho más que ver con el formato que con lo que nosotros estamos diciendo. Lo hemos ordenado de una manera estética, de alto impacto, agradable visualmente, recogimos un montón de testimonios que terminan formando parte del guion.
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La miniserie es desarrollada por la consultora Methodo. Pero, ¿cómo se financió?
-Todo 100% nuestro. De hecho fue una decisión para nosotros, porque en el fondo estamos financiando una serie. Hay mucha gente que me pregunta por qué los capítulos no son más largos o hay gente que cuando piensa en una miniserie, cree que van a haber actores. Acá el objetivo es mucho más profundo. se trata de darle conocimiento y visibilidad a lo que está sucediendo en Venezuela, y la miniserie es el instrumento para lograrlo.
Mencionó que cuando viajaron a Venezuela vivieron «infinidad de incordios por parte del régimen». ¿Tuvieron que ver con la preparación del material para la miniserie o no?
-Nosotros no viajamos con la idea de hacer una miniserie; nosotros viajamos con la idea de conocer de primera mano lo que estaba sucediendo e investigamos mucho previo a hacer el viaje. Al estar ahí nos vimos tan sorprendidos por la crudeza de la dictadura. Nos tocó vivir la represión, olimos la pólvora de la represión del día lunes 29 de julio del 2024, día posterior de la elección robada. Al verlo en primera persona, nos sentimos con una obligación moral de hacer algo por esta causa. Nuestro objetivo no es que se hable de la serie, nuestro objetivo es que se hable de lo que está pasando en Venezuela.
¿Cuál es el objetivo final? ¿Qué esperan que pase a medida que la gente va viendo los capítulos y enterándose de lo que pasa en Venezuela?
-Nuestro objetivo es que la mayor cantidad de gente y de medios de comunicación vea la miniserie. El interés es darle conocimiento y difusión a la causa venezolana. Nuestro objetivo no es la miniserie, es que se conozca cabalmente lo que está sucediendo en Venezuela.
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Al tomar la decisión de hacer esta miniserie y alzar la voz por la causa venezolana, ¿tuvieron miedo?
-Por supuesto que sí. Es un tema que todos nosotros conversamos con nuestras familias y no podría decirte que no es un tema porque habiendo estado adentro te das cuenta de cómo son las cosas. Pero también sentimos que es una obligación moral y que es una causa que de alguna manera, le da sentido a nuestras vidas. Para todos los que trabajamos en Methodo lo que sucedió es que nos hubiésemos sentido mucho más incómodos el día de mañana diciendo podríamos haber hecho algo más que teniendo que atravesar la decisión de hacer algo. Después de conocer el dolor, de ver a las madres llorar en Venezuela porque reprimían a sus hijos, después de oler el olor de la pólvora, es difícil quedarte en la comodidad de no hacer nada porque por ahí no te conviene. Hay menos cálculo y hay más amor por un pueblo que es muy noble.
Este miércoles 17 de septiembre a las 20.30 (horario de Argentina) sale el próximo capítulo que se llama: «Breve historia de un secuestro». ¿Qué va a ir descubriendo la gente sobre Venezuela a medida que vaya viendo los capítulos?
-Lo que va a descubrir son los rostros de quienes han secuestrado Venezuela, y nosotros vamos a ir uno a uno recorriendo el rostro de los culpables de esta tragedia humanitaria que ha vivido el país. Vamos a describir el modus operandi de cada uno de ellos, porque cada uno tiene funciones muy claras en términos del aparato de poder y represivo narcoestatal. El próximo capítulo se basa en Chávez y contamos cómo arrancó todo.
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