A un año de las elecciones presidenciales en Brasil, la imagen del actual presidente, Luiz Inácio Lula Da Silva, va en caída y está en el número más bajo de sus tres gobiernos.
Un 56% de los brasileños siente vergüenza contra un 40% que asevera estar orgulloso
La última encuesta, realizada por Datafolha, también dejó en evidencia que los ciudadanos del país latinoamericano se encuentran decepcionados con los otros dos poderes del Estado: el 59% se avergüenza del Senado, el 58% de los diputados federales, por lo que únicamente un 27% y 28%, respectivamente, expresó orgullo por estas entidades.
La Justicia tampoco quedó afuera: otro 58% se halla avergonzado de los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF), mientras que un 30% dijo sentir orgullo.
Qué hará Lula: por primera vez en 30 años, el Congreso rechazó un decreto presidencial
Aquí los números cambian según la tendencia política. El 82% que respalda al exmandatario, Jair Bolsonaro, se avergüenza de los magistrados del STF y solo el 12 % afirma encontrarse orgulloso. Al indagar entre quienes respaldan a Lula, la mirada negativa baja al 36 %, y el orgullo crece al 52 %.
Pero al preguntar sobre las instituciones locales, la percepción cambia: el 62% manifiesta estar orgulloso de sus alcaldes, el 61% del pueblo de Brasil, el 55% de las Fuerzas Armadas y el 52% de los gobernadores regionales.