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Los motivos de la renuncia de Liz Truss y los candidatos para reemplazarla
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Los motivos de la renuncia de Liz Truss y los candidatos para reemplazarla

En medio de una crisis económica global, con altos números de inflación, con un serio problema de abastecimiento de combustibles en toda Europa, con EEUU y la UE subiendo las tasas de interés, una latente amenaza de Tercera Guerra Mundial y el fallecimiento de Isabel II, Liz Truss llegó a ser primera ministra de Gran Bretaña con un plan de shock económico basado en el recorte de impuestos y en un fuerte paquete de subsidios.

Truss asumió tras imponerse en una ajustada interna dentro del Partido Conservador: casi la mitad desaprobaba su paquete de medidas y, de hecho, proponía todo lo contrario. Pero la primera ministra defendió su plan presentándose públicamente como una heredera de la mano dura y la austeridad de Margaret Thatcher.

El resultado directo del anuncio de las medidas fue una crisis en los mercados, los cuales se derrumbaron y pusieron en duda la aplicación del resto de las propuestas. El Parlamento se dividió todavía más y hasta hubo escenas de violencia. Por caso, Truss impulsó el regreso del frackin para la extracción de gas, y en la votación hubo legisladores que fueron atacados violentamente y amenazados para que votaran a favor, a pesar de que luego intentaron desmentirlo.

Lo cierto es que Truss debió cambiar a su ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, y designada al hombre que le impuso el partido, Jeremy Hunt. Lo primero que hizo Hunt fue ir a la Cámara de los Comunes a informar que todo el plan Truss quedaba en el olvido. Y la propia primera ministra admitió al día siguiente que había cometido “errores”. Su cargo quedó pendiendo de un hilo, aunque aseguró que seguiría al frente del Gobierno.

Apenas 45 días después de haber asumido, Truss presentó su renuncia este jueves, siendo la persona que menos tiempo duró en ese puesto.

“Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador”, afirmó Truss en la puerta del número 10 de Downing Street, tradicional residencia de los primeros ministros.

La renuncia se produjo apenas instantes después de una reunión con Graham Brady, que es el encargado dentro del Partido Conservador de analizar y definir si un líder cuenta con el apoyo suficiente para formar el Gobierno. Ahora será el propio Brady quien reciba las postulaciones de los candidatos a reemplazarla y determine sus posibilidades concretas. Luego se definirá en la convención del partido, que buscará un nombre de consenso para evitar un cisma como el que derivó en la elección de Truss.

El exministro de Economía, Rishi Sunak, que fue quien perdió con Truss, sigue siendo uno de los candidatos a sucederla, pero también se suman a la lista la líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt; y el propio Hunt, al frente ahora de la gestión económica. Como se ve, dos de ellos son economistas, lo que refleja la relación directa entre el manejo de la crisis y la gobernabilidad.

Entre sus medidas, Hunt eliminó los recortes a los impuestos sobre los dividendos y las compras libres de IVA para los turistas internacionales; estableció el congelamiento de los impuestos sobre el alcohol; y las ayudas a los hogares para hacer frente a las abultadas facturas eléctricas que se esperan sólo serán efectivas por seis meses, es decir, el invierno. Pero prometió un plan de estabilización a largo plazo, incluido en el presupuesto definitivo que presentará el 31 de octubre.

El Partido Conservador tiene mandato para gobernar hasta 2024. Sin embargo, si la crisis interna le impide formar un nuevo Gobierno con respaldo, existen mecanismos para adelantar las elecciones para ratificar su poder o efectuar un cambio de mando. Eso es lo que está pidiendo hoy el Partido Laborista, histórico rival en el sistema bipartidista británico.

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