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Las mejores fotos de la asunción de Petro como presidente de Colombia
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Las mejores fotos de la asunción de Petro como presidente de Colombia

Con una concurrida ceremonia en la Plaza de Bolívar de Bogotá, Gustavo Petro asumió como el primer presidente de izquierda de Colombia, acompañado por su vicepresidenta, la activista Francia Márquez.

Fue un acto masivo, colorido y plagado de símbolos con los que el flamante mandatario intentó transmitir que su gestión buscará “un cambio de época” en la política y la economía colombiana, a pesar del complejo escenario internacional. De hecho, su discurso puso un fuerte acento en la necesidad de una administración que garantice una mejor distribución.

Puño en alto de Petro, en un acto plagado de símbolos (Foto: REUTERS/Luisa González)

En ese sentido, expresó: “Se acabaron los ‘no se puede’, los ‘siempre fue así’. Hoy empieza la Colombia de lo posible, hoy empieza nuestra segunda oportunidad, desde hoy soy el presidente de todos los colombianos y colombianas. Es mi deseo y mi deber”, dijo Petro.

Al respecto, citó a Gabriel García Márquez cuando habló de quienes “no tenían una segunda oportunidad”. Y agregó: “Es la hora del cambio, nuestro futuro no está escrito. Podemos escribirlo juntos en paz y en unión”.

Ante la mirada de los presidentes latinoamericanos, como Alberto Fernández, Gabriel Boric y Guillermo Lasso, además del rey de España, Felipe VI, Petro ratificó que su Gobierno apostará al diálogo en busca de la pacificación. “No podemos seguir en el país de la muerte, tenemos que construir el país de la vida”, insistió.

Por primera vez, el pueblo pudo presenciar la asunción, que se llevó a cabo en la Plaza de Bolívar (Foto: REUTERS/Mariana Greif)

Más allá de reiterar que buscará reflotar el acuerdo de paz de 2016, insistió en que la guerra contra las drogas “ha fracasado rotundamente”. La revisión de este punto, anticipó, formará parte de la reformulación de los Tratados de Libre Comercio con EEUU, que ese país ya habría accedido a volver a analizar.

(Foto: REUTERS/Mariana Greif)

Como se señalaba, el problema de la distribución de los recursos estuvo en el eje de su discurso. En el marco de la guerra y la crisis económica global, sostuvo que la desigualdad es una “aberración”, y señaló que en Colombia “el 10% de la población tiene el 70% de la riqueza”. “Es un despropósito y una verdadera amoralidad; no naturalicemos la desigualdad y la pobreza”, exhortó, y confirmó que avanzará en una reforma impositiva.

(Foto: REUTERS/Mariana Greif TPX IMAGES OF THE DAY)

Además, repasó algunos temas de su agenda de campaña que, prometió, ahora se verán reflejados en su plan de Gobierno, con una fuerte vinculación entre ellos: la igualdad de género; la transformación de la matriz energética; y la lucha contra el cambio climático.

LA CEREMONIA
Como se señalaba, se trató de un acto plagado de símbolos en diferentes sentidos. En primer lugar, Petro insistió en que en esa plaza se encontraba “el pueblo” y que lo hacía por primera vez. “Las manos humildes del obrero, aquí están las campesinas y las que barren las calles. Cuando me siento débil, el amor al pueblo, a la gente que sufre excluida, es el que me tiene aquí para unir y construir una nación”, resaltó.

En todo momento, el mandatario intentó mostrar austeridad y que se trataba de un cambio de época. Por ejemplo, su esposa y ahora primera dama, Verónica Alcocer, no usó vestido sino pantalón (diseñado por el colombiano Virgilio Madinah), otro cambio simbólico respecto a sus antecesoras. Y detrás de ellos marcharon sus hijos y nietos.

Petro recibió la banda de María José Pizarro, hija del asesinado Carlos Pizarro, compañero del ahora presidente en tiempos del M-19 (Foto: REUTERS/Luisa González)

Petro fue caminando junto a su familia desde el Palacio de San Carlos (que es el antiguo palacio de Gobierno, hoy la sede de Cancillería) hasta la Plaza de Bolívar, saludando a su paso a la multitud, sin alfombras rojas y acompañado por la Guardia Indígena.

La plaza tenía un escenario central, donde se llevó a cabo la asunción y donde estaban sentados los líderes internacionales que asistieron a la ceremonia, y luego, por primera vez, el pueblo pudo acceder al predio para presenciarla. Y entre los invitado de honor había una barrendera, un pescador, un campesino cafetero, un silletero y una vendedora ambulante, entre otros.

Ya sobre el escenario, le tomaron juramento a Petro Roy Barreras, presidente del Senado; y David Racero, líder de la Cámara de Representantes.

La vicepresidenta, Francia Márquez, junto a los grupos indígenas y representantes de diversas etnias (Foto: REUTERS/Mariana Greif)

Según cuenta el portal colombiano La Silla Vacía, la banda le fue entregada por la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, máximo comandante del M-19, el grupo guerrillero revolucionario al que perteneció Petro en su juventud, hecho que le valió y todavía le vale fuertes críticas por parte de sus opositores. Pizarro fue asesinado en 1990 tras presentarse como candidato a la presidencia, como parte de la desmovilización de ese grupo.

Una vez investido, el presidente le tomó juramento a su vice, Francia Márquez, quien invocó “a Dios y al pueblo” y afirmó: “También juro ante mis ancestros y ancestras, hasta que la dignidad se haga costumbre».

LA ESPADA DE LA POLÉMICA
Una vez ambos en posesión de el Gobierno, Petro tomó la primera medida de su gestión: que se exhibiera allí la espada de Simón Bolívar, algo a lo que su antecesor, Iván Duque, se negó a hacer hasta el último minuto. ¿Por qué?

La espada del Libertador, símbolo de la Independencia del país y herencia histórica nacional, fue robada en 1974 por el M-19, del que Petro formaba parte. Estuvo desaparecida durante décadas (pasó por un prostíbulo, la casa de un poeta y de distintos guerrilleros y hasta por Cuba en los ‘80), hasta ser devuelta en 1991, con el grupo ya desmovilizado.

Petro hizo exhibir la espada de Simón Bolívar (Foto: REUTERS/Luisa Gonzalez)

“Llegar hasta aquí junto a esta espada es toda una vida, una existencia”, sostuvo Petro, que había solicitado su exhibición desde hacía semanas, ante la negativa del Gobierno saliente, que esgrimía preocupación por la seguridad de la reliquia. El equipo del flamante mandatario debió garantizarla a través de importantes pólizas de seguro.

En ese sentido, el presidente expresó: “Quiero que nunca más esté retenida, que sólo se envaine como dijo su propietario el libertador cuando haya justicia en este país”.

La espada de Simón Bolívar, robada en 1974 y recuperada en 1991 (Foto: REUTERS/Luisa Gonzalez)

Duque tampoco había autorizado la exhibición de “La paloma de la paz”, la escultura de Fernando Botero. Pero también revirtió la medida apenas colocarse la banda.

LOS INVITADOS

En el plano local, Petro fue acompañado por los expresidentes César Gaviria (1990-1994), Ernesto Samper (1994-1998) y Juan Manuel Santos (2010-2018). Sin embargo, dos importantes exmandatarios ya habían avisado sobre su ausencia: Andrés Pastrana (1998-2002) y Álvaro Uribe (2002-2010).

Los invitados a la asunción de Petro (Foto: REUTERS/Luisa Gonzalez)

En cuanto a los mandatarios internacionales, dijeron presente Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Rodrigo Chaves (Costa Rica), Guillermo Lasso (Ecuador), Xiomara Castro (Honduras), Laurentino Cortizo (Panamá), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Luis Abinader (República Dominicana). Asimismo, asistieron también el rey Felipe VI de España; y Samantha Power, directora de la Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional (Usaid), en representación de Joe Biden, quien acaba de salir de un cuadro de COVID-19.

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