Los talibanes tomaron el poder en Afganistan en 2022 y a partir de ese año, las mujeres comenzaron a perder todos los derechos que habían adquirido con la presencia de Estados Unidos, que estuvo 19 años en ese país. ¿Cómo fue siendo opacada la mujer por el régimen talibán al punto de perder completamente su voz?
Durante 1960 y 1970, las mujeres desarrollaron roles importantes en la sociedad afgana en áreas como la educación, la medicina y la administración pública, según un informe de Amnistía Internacional.
De hecho en 1964, la Constitución le brindó a la mujer los mismos derechos que tenía el hombre, entre ellos la posibilidad de votar y de desempeñarse en un cargo en el Estado.
Sin embargo, estos avances se implementaron únicamente en las ciudades, por lo que aquellas que vivian en zonas rurales quedaron afuera de estos cambios y siguieron sometidas a un sistema patriarcal.
Un ejemplo de la presencia de la mujer en la actividad pública es la historia de Habiba Sarabi, quien entre 2002 y 2004 fue ministra de Asuntos de la Mujer en Afganistán y en 2005 logró ser la primera mujer gobernadora de una provincia afgana.
EMPLEO Y EDUCACIÓN
En 2001, solamente el 14,99% de las mujeres integraba el mercado laboral, pero en 2019, el número había crecido al 21,76%, acorde a los datos del Banco Mundial.
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Pero cuando el régimen talibán tomó el poder, todo cambió para las mujeres y estas empezaron a ser excluídas de la vida pública y a perder cada uno de los derechos adquiridos.
Una muestra de ese retroceso en que en 2022, Afganistán perdió el 25 % del empleo femenino en relación a los niveles previos a la llegada de los talibanes, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Antes de la llegada de los talibanes, 3.5 millones de niñas iban al colegio, pero en la actualidad, las mujeres no pueden acceder a la educación superior y universitaria.
Afganistán es el único país del mundo con esta prohibición.
En consecuencia, desde 2021, 1.4 millones de niñas, acorde con la Unesco, ya no pueden cursar la educación secundaria.
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Si a esa cifra se le agregan las que ya estaban fuera del sistema educativo antes de las restricciones, la cifra sube a 2,5 millones de niñas, lo que es igual a aproximadamente el 80% de las afganas en edad de aprendizaje.
Las niñas de menos de 12 años aún pueden ir a la escuela.
Sin embargo, en 2022, únicamente 5,7 millones de menores habían sido anotados para el colegio primario, lo cual se traduce en la baja de un millón en comparación a 2019.
Respecto a la educación universitaria, la matrícula femenina sufrió una baja 53% desde que los talibanes están al mando del país.
PROHIBICIÓN DEL OCIO
En 1996, las mujeres podían participar de actividades culturales. En Kabul, por ejemplo, se reunían en parques, visitaban museos y disfrutaban de distintos planes de recreación.
Pero hoy en día, las mujeres no pueden ir a las plazas y tienen prohibido el ocio.
De hecho, el viernes que es el día festivo de la semana, deben quedarse en las casas y los únicos que salen a las calles a disfrutar son los hombres. Y cuando salen de sus hogares, siempre tienen que ir acompañadas por un varón y con el rostro cubierto.
