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La lucha de las mujeres contra el régimen teocrático de Irán y una sangrienta represión
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La lucha de las mujeres contra el régimen teocrático de Irán y una sangrienta represión

Por Fatma Khaled, de Newsweek

La muerte de una joven iraní bajo custodia policial provocó lo que los activistas ahora llaman un “levantamiento”, contra el cual las autoridades iraníes están utilizando métodos de abuso perfeccionados durante las últimas cuatro décadas para silenciar la disidencia.

Las mujeres de Irán se han convertido en la fuerza dominante en las protestas y están tomando el asunto en sus propias manos, reuniendo a varios elementos críticos de la sociedad que insisten en el cambio.

Las protestas estallaron a mediados de septiembre, después de que Mahsa Amini, de 22 años, muriera bajo custodia policial después de ser arrestada por la Patrulla de Direccionamiento de Irán, también conocida como la “Policía de la Moral”, por supuestamente haber desafiado las leyes conservadoras de la República Islámica.

En respuesta a la ira masiva, el régimen iraní reprimió ferozmente las manifestaciones antigubernamentales, matando a 287 manifestantes y arrestando a más de 14.000 personas hasta el 31 de octubre (N.de E.: al momento de esta publicación superaba las 400 muertes y se reconocieron casi 16.000 detenciones), según la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos (HRANA).

Desde arrestos y detenciones arbitrarias hasta confesiones forzadas y tortura, Irán sigue utilizando las mismas tácticas que utilizó en el levantamiento de 2019 y la revolución de 1979 para castigar a los activistas y a quienes se oponen hoy al régimen del presidente iraní Ebrahim Raisi.

Un activista de derechos humanos que solicitó el anonimato le dijo a Newsweek que la violencia es el “mayor instrumento” que suele usar el régimen, pero ha agregado nuevas tácticas, muchas de las cuales son extremas y ampliamente abusivas, en su esfuerzo por poner fin a las protestas. “Los arrestos masivos han aumentado incluso en comparación con las últimas oleadas de protestas”, contó, y añadió: “El manejo de los medios por parte del régimen es diferente: el Gobierno difunde deliberadamente información errónea para confundir a los manifestantes”.

Las fuerzas de seguridad iraníes también prohíben que cualquier persona tome fotos o videos de las protestas y aquellos que violan tales reglas son arrestados, relató a Newsweek un manifestante con sede en Teherán, que pidió ser identificado como Mehdi por temor a represalias. “Y también está el bloqueo de Internet basado en la ubicación”, afirmó el activista. “En los lugares donde hay protestas más grandes, Internet está más restringido”.

Majid Sadeghpour, director de la Organización de Comunidades Estadounidenses Iraníes, le explicó a Newsweek que el régimen está usando las mismas técnicas de tortura con sus oponentes que ha usado desde que llegó al poder hace más de 40 años. Sadeghpour, que abandonó Irán unos años después de que su hermano fuera ejecutado tras la revolución de 1979, confirmó que algunas formas de tortura instituidas bajo el régimen del difunto ayatolá Jomeini se utilizan comúnmente contra los manifestantes, incluyendo violación y violencia sexual, el “submarino”, amputaciones, electrocuciones y confinamiento solitario.

“Esas son algunas de las razones por las que ves las protestas de hoy”, dice Sadeghpour, “se debe al deseo de la gente de cambiar este comportamiento medieval hacia uno más humano”. Y agrega: “Este comportamiento es particularmente severo hacia las mujeres. Están sometiendo a las mujeres a una misoginia sistémica en todos los aspectos de la ley”.

Los manifestantes están siendo tratados violentamente mientras son arrestados, según Mehdi. También están siendo golpeados y llevados a lugares no revelados donde son abusados y detenidos en “condiciones inhumanas”, le dice a Newsweek Sepideh, una manifestante de 32 años con sede en Teherán. Dos de los amigos de Sepideh fueron arrestados durante las protestas, incluido uno que fue recluido en régimen de aislamiento después de que lo sacaran de su casa por su “activismo”. “En ambos casos, durante algunos días, las familias y amigos desconocían sus condiciones y dónde se encontraban”, recuerda, y agrega, “ambos han sido puestos en libertad bajo fianza después de dos o tres semanas”.

Algunas mujeres detenidas han experimentado abusos similares, según relatos proporcionados a United for Iran, un grupo de derechos civiles con sede en Estados Unidos. En un relato, una niña de 16 años fue torturada bajo la custodia de la Guardia Revolucionaria en Tabriz: le rompieron la nariz y le negaron asistencia médica. “Tenemos información sobre una joven de 18 años que, a pesar de una condición preexistente y de una enfermedad de la columna, fue torturada”, dice un activista de Unidos por Irán sobre otro incidente. “Sabemos que existen torturas en prisión preventiva en Qazvin y también en el norte de Irán”.

“Hay más apoyo en todo el mundo en este momento para la revolución de las mujeres en Irán. Han construido coaliciones lo suficientemente grandes y ahora están discutiendo un gobierno de transición. Todos estos son signos de progreso hacia la revolución”.

Los niños no se han librado de esta represión, y representan el 16% de las muertes totales de manifestantes y transeúntes durante recientes incidentes, según un informe de Amnistía Internacional. “Desde el estallido del levantamiento, el 16 de septiembre de 2022, las fuerzas de seguridad de Irán han asesinado con absoluta impunidad al menos a 23 niños y herido a muchos más en un intento por aplastar el espíritu de resistencia entre los jóvenes del país y mantener así su férreo control del poder a cualquier costo”, asevera la organización en el informe.

“¡ES UNA REVOLUCIÓN!”
Hasta ahora, el régimen no ha logrado frenar la determinación de las mujeres iraníes de exigir un cambio. Videos publicados por “1500tasvir”, una cuenta de Twitter administrada por activistas de la oposición, mostraban a grupos de mujeres cantando y sosteniendo pancartas durante las protestas callejeras. En uno de ellos, dos mujeres sostenían sus pañuelos en sus manos mientras detenían el tráfico brevemente.

“Si bien las demandas iniciales de los manifestantes fueron la derogación de la ley del hiyab y el esclarecimiento de la muerte de Jina Mahsa Amini”, dice una activista de Unidos por Irán, “están protestando contra todo el sistema”. Y aunque algunas protestas son pequeñas debido a la fuerte presencia de seguridad en algunas áreas, afirma que las mujeres ahora están encontrando nuevas formas de manifestarse: es normal ver mujeres en las calles sin velo, según la activista, porque el Estado “no está controlando la situación”.

Sepideh dice que aunque las manifestaciones en Teherán se han limitado recientemente a universidades y a algunos barrios, las mujeres protestan saliendo al aire libre sin el hiyab, pintando consignas antigubernamentales en los edificios y cantando todas las noches “muerte al dictador”.

“¡Es una revolución!”, exclama Noora, de 18 años, de Kerman, Irán. Noora, una manifestante y miembro de Mujahedin-e Khalq (MEK), el grupo de resistencia más grande de Irán, dice que tiene fe en que los manifestantes derrocarán al régimen a pesar de la dura represión de la seguridad. El MEK fue fundado en 1965 por estudiantes de izquierda que estaban en contra de la monarquía de Shah Mohammad Reza Pahlavi.

“El coraje de la gente, la solidaridad y su alto espíritu son realmente asombrosos”, dice Noora, y agrega: “Las protestas aumentan cada día. Nadie pensó que las manifestaciones iban a durar un mes pero, como pueden ver, continúan, y la gente no tiene miedo en absoluto. En muchas ciudades, como Rasht, Teherán y Karaj, los manifestantes obligan a los agentes a retroceder o arrebatan a los detenidos de las manos de la policía”.

Shahin, un manifestante de 17 años de Nazi Abad, un barrio de clase media en Teherán, dice que los iraníes se mantienen firmes e insisten en el derrocamiento del régimen. “La gente ya no le tiene miedo a la porra ni a la pistola; están trabajando de la mano por su libertad del régimen inhumano”, afirma, y sintetiza: “La gente está harta de este régimen”.

TRABAJADORES Y ESTUDIANTES
Las protestas centradas en las mujeres han inspirado a otros segmentos cruciales de la sociedad iraní a rebelarse también, incluidos maestros, estudiantes y trabajadores. En el sector petrolero, en el sur, los trabajadores se declararon en huelga, mientras que los bomberos se manifestaron en algunas áreas para protestar por las malas condiciones laborales, según Mehdi. Se desconoce la escala de esas huelgas, pero el activista de Unidos por Irán dice que “los trabajadores de diferentes industrias están tratando de organizarse”. Y sostiene que debido a “la prohibición de los sindicatos y el bloqueo de Internet, pasará algún tiempo antes de que puedan encontrarse y formar un plan común”.

Las fuerzas de seguridad han arrestado y abusado de estudiantes que recientemente realizaron huelgas y sentadas en campus de todo el país, a pesar de que existe una ley que prohíbe la presencia de militares y agentes del orden en terrenos universitarios, según Iran International, un canal de noticias de televisión con sede en el Reino Unido. Estudiantes de varias universidades fueron atacados en reuniones y en sus dormitorios.

Un video, publicado en Twitter y compartido por Iran International muestra a las fuerzas de seguridad, que no vestían uniforme, golpeando y arrastrando a estudiantes recientemente en el dormitorio de Sadaf, en la Universidad Ahvaz Jundishapur, en el suroeste de Irán.

Los estudiantes también protestaron en septiembre en la prestigiosa Universidad Tecnológica de Sharif, donde se realizaron arrestos y varias personas resultaron heridas después de que la policía rodeó el campus durante horas, atrapando a los estudiantes adentro, informó Al Jazeera. HRANA estima que alrededor de 300 estudiantes en todo el país habían sido arrestados en protestas hasta el 31 de octubre.

En respuesta, más de 2.000 miembros de esa universidad en los EEUU, incluidos 425 profesores iraníes estadounidenses, firmaron una carta abierta en la que pedían al presidente Joe Biden que “detenga todas y cada una de las negociaciones” con Teherán y evite cualquier alivio de las sanciones.

Los chicos en edad escolar también participan en la revuelta masiva; no lo habían hecho en los últimos 40 años. “Sus mítines en los patios de las escuelas y después del horario escolar en las calles desafían a la República Islámica de una manera diferente a la habitual”, dice el activista de derechos humanos. “Al régimen le resulta difícil reprimir a los escolares. La sociedad reacciona con gran ira en su contra”.

Los docentes también están realizando huelgas en las zonas kurdas del país y en Ardabil, una capital provincial de más de 500.000 habitantes en el noroeste, para apoyar las manifestaciones estudiantiles y oponerse a los intentos de las autoridades de silenciar a los estudiantes. Unidos por Irán confirmó los informes de que algunos “administradores escolares se niegan a implementar las leyes dogmáticas de la República Islámica y son menos estrictos con los estudiantes”.

Sin embargo, no todos los maestros apoyan las protestas, cuenta Mehdi. “Hay muchos a favor del régimen, que se oponen a las protestas, y algunos de los maestros piden a los muchachos del régimen que castiguen, arresten y se opongan a los manifestantes”.

“PUNTO SIN RETORNO”
Sepideh y Noora se encuentran entre las mujeres y niñas iraníes que quieren acabar con el régimen teocrático y cambiar el sistema de la República Islámica. “Quiero que termine el apartheid de género en el país. Quiero los mismos derechos que los hombres y el derecho a ser parte de la toma de decisiones en el país como mujer laica”, argumenta Sepideh.

Y agrega: “Quiero derechos para las minorías étnicas y sexuales. Quiero una política exterior no beligerante y políticas ambientales sostenibles”.

Noora, por su parte, dice que el objetivo central de las protestas es el reconocimiento internacional de la resistencia de los iraníes y el establecimiento de una república democrática.

Las protestas han tenido repercusión en todo el mundo. Kelly Golnoush Niknejad, fundadora y editora en jefe de Teheran Bureau, un sitio web de noticias que informa sobre la corrupción en Irán, dice que el mundo desafiará a la República Islámica de manera diferente en el futuro. “Creo que las protestas ya han empujado a la República Islámica más allá de un punto sin retorno. No creo que ni siquiera el régimen sepa qué sigue. El statu quo no es sostenible”, opina.

Se han producido protestas en todo el mundo en solidaridad con las mujeres de Irán. Mientras tanto, el Consejo de la Unión Europea anunció sanciones contra los miembros de la Policía de la Moral y las fuerzas del orden público el mes pasado, citando violaciones de derechos humanos y la “respuesta violenta” de Irán a los manifestantes.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán condenó las sanciones y dijo que la decisión del Consejo estaba “basada en acusaciones sin fundamento” y que las sanciones son “un ejemplo explícito de interferencia en los asuntos internos de la República Islámica de Irán”.

Según Pardis Mahdavi, rector y vicepresidente ejecutivo de la Universidad de Montana, las protestas iraníes son lo suficientemente fuertes como para provocar un cambio de régimen. “Este es un movimiento verdaderamente intergeneracional, diferente a cualquiera que hayamos visto antes. Personas de una variedad de antecedentes socioeconómicos y religiosos se están uniendo para expresar su descontento con el régimen”, analiza. “Hay más apoyo en todo el mundo en este momento”, añade, y concluye: “Han construido coaliciones lo suficientemente grandes y ahora están discutiendo un gobierno de transición. Todos estos son signos de progreso hacia la revolución”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán no ha respondido a la solicitud de comentarios por parte de Newsweek.

Publicado en cooperación con Newsweek

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