Mientras un misil balístico lanzado por Irán impactó este jueves en el Centro Médico Soroka, el mayor hospital de la región sur de Israel, ubicado en Beerseba. La explosión provocó heridas a varios civiles y severos daños materiales, según confirmaron autoridades del propio establecimiento.
El ataque ocurrió en medio de una nueva escalada del conflicto que ya suma siete días consecutivos de enfrentamientos armados entre ambas naciones.
Desde Teherán, el régimen iraní lanzó una ola de misiles que golpeó zonas civiles en el centro y sur del territorio israelí. “El hospital ha sufrido daños extensos en distintas áreas”, indicó un vocero del Soroka, que cuenta con más de 1.000 camas y atiende a cerca de un millón de personas. Las autoridades locales pidieron a la población evitar acercarse a la institución médica, que se encuentra actualmente colapsada.
“Exigiremos o preço total dos tiranos em Teerã”, disse o primeiro-ministro israelense Binyamin Netanyahu, que condenou o ataque e prometeu uma resposta; leia: https://t.co/3PHucfVpkv pic.twitter.com/rlGTddUfP6
— Estadão 🗞️ (@Estadao) June 19, 2025
El bombardeo sobre Beerseba coincidió con una ofensiva aérea israelí que apuntó al reactor nuclear de Arak, en el oeste de Irán. Según la televisión estatal iraní, el sitio fue evacuado y “no existe peligro de radiación”, aunque las Fuerzas de Defensa de Israel habían advertido con anticipación a la población civil que abandonara la zona. El ejército israelí emitió ese mensaje en farsi, instando a evacuar las ciudades de Arak-Khondab para evitar bajas civiles.
La jornada incluyó ataques múltiples tanto en Teherán como en otras regiones iraníes. En represalia, Irán lanzó al menos 30 misiles hacia Israel, dejando al menos 3 heridos graves, 2 moderados y varios lesionados leves. En simultáneo, Israel mantiene su estrategia de golpear instalaciones nucleares clave, sin brindar muchos detalles sobre los objetivos alcanzados.
Uno de los blancos más sensibles fue nuevamente el reactor de agua pesada de Arak, ubicado a 250 kilómetros al suroeste de Teherán. Esta instalación ha estado en la mira de la comunidad internacional por su capacidad de producir plutonio, una vía alternativa para el desarrollo de armas nucleares. Aunque Irán se comprometió en el acuerdo nuclear de 2015 a rediseñarlo con ayuda de potencias como el Reino Unido, el avance del programa nuclear ha generado renovadas preocupaciones.
La tensión entre Jerusalén y Teherán no da señales de ceder. En los últimos días, Israel también atacó instalaciones en Natanz, Isfahán y zonas cercanas a la capital iraní. Las bajas entre oficiales militares y científicos nucleares en Irán se suman a las más de 24 muertes israelíes provocadas por misiles y drones en días anteriores. Mientras la OIEA advierte sobre la pérdida de visibilidad en el monitoreo nuclear iraní, el intercambio de fuego continúa sin una salida diplomática a la vista.