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Horas de tensión en Oriente por la presunta visita de EEUU a Taiwán
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Horas de tensión en Oriente por la presunta visita de EEUU a Taiwán

Más de 300.000 personas se encuentran este martes siguiendo en vivo por internet (a través de FlightRadar24) el trayecto de un avión de los EEUU que partió de Malasia con un destino incierto, pero que todos sospechan que sería Taiwán. No es un vuelo más: si se concretará que el destino es ese, se desataría una crisis política, económica e incluso militar de consecuencias insospechadas.

En efecto, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, se encuentra de gira por Asia, y el Gobierno estadounidense había dado a conocer su intención de que el itinerario incluyera una escala en Taiwán, un bastión en Oriente que China considera propio y con el que EEUU intenta establecer vínculos directos desde hace décadas.

Pese a ello, EEUU enfatizó que no cambió su política respecto a Taiwán: reconoce a China por encima del Gobierno autónomo taiwanés y no apoya una declaración de independencia, pero tampoco una invasión china.

«Estados Unidos cargará con la responsabilidad y pagará el precio por socavar la soberanía y la seguridad de China», amenazó la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying.

Una visita de una alta funcionaria de los EEUU como Pelosi a esa isla es entendida por China como una afrenta grave. Y así se lo hizo saber el presidente Xi Jinping a Joe Biden: “Juega con fuego”. Y otras fuentes gubernamentales dejaron en claro que, de concretarse, habría represalias.

A estas horas, no se sabe si el avión viaja a Taiwán, e incluso se especula con que Pelosi ni siquiera vaya en él. Lo que se sabe es que la gira se inició en Singapur; que luego fue a Malasia y almorzó con el primer ministro, Ismail Sabri Yaakob; y que la agenda se completaba con Corea del Sur y Japón. Pero los tres mayores diarios de Taiwán coinciden en que las autoridades de su país la estaban esperando allí.

El primer ministro taiwanés, Su Tseng-chang, tampoco lo confirmó. “Cualquier huésped extranjero y cualquier legislador amigable es muy bienvenido», afirmó. Pero no es “cualquier extranjero”, ni “cualquier legislador amigable”, sino una de las principales operadoras políticas de Biden y una funcionaria de alto rango de los EEUU.

No sólo China prometió represalias si se concretaba la visita: Rusia se sumó a las críticas y denunció que EEUU busca “desestabilizar el mundo”, tal como hizo al querer incorporar a Ucrania a la OTAN lo que, según el Gobierno ruso, justificó la invasión.

Por su parte, EEUU le baja el precio a la visita y acusa a China de exagerar. El vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, insistió en que Pelosi “tiene el derecho de visitar Taiwán”, por lo que ve la reacción china como una “provocación”. «No hay motivo para que Beijing convierta una posible visita, congruente con la política estadounidense de hace tiempo, en un tipo de crisis», subrayó.

Antes las amenazas de China, EEUU dispuso un fuerte operativo militar en torno al viaje de Pelosi, asegurando que temen disparos de misiles al estrecho de Taiwán o masivas incursiones al espacio aéreo de la isla. Inclusive, el posible anfitrión está desplegando sus tropas. “Estamos preparando meticulosamente varios planes y las tropas adecuadas serán desplegadas para responder, respetando las reglas de respuesta en situaciones de emergencia, a las amenazas del enemigo», advirtieron.

¿Está garantizada la seguridad de Pelosi y su comitiva? Kirby asegura que sí, porque viaja en un avión militar, pero sí admitió que si se producen ataques o incursiones eso elevaría las posibilidades de “un error de cálculos”.

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