El 7 de mayo a las 11:30 hora argentina, se iniciará el cónclave para elegir al nuevo papa tras la muerte de Francisco. El encargado de abrir formalmente el proceso será el cardenal indio George Jacob Koovakad, quien asumirá un papel clave en la ceremonia al cerrar la puerta de la Capilla Sixtina, gesto simbólico que marca el comienzo del encierro de los cardenales y el inicio de las deliberaciones secretas.
A sus 51 años, Koovakad ha recorrido un largo camino dentro de la Santa Sede. Nacido en Chethipuzha, India, fue ordenado sacerdote en 2004 y trabajó en nunciaturas apostólicas en países como Corea, Irán, Argelia y Venezuela, además de ocupar cargos diplomáticos en la Secretaría de Estado desde 2020. En 2024, el papa Francisco lo nombró arzobispo titular de Nisibi de los Caldeos y lo elevó al rango de cardenal.
Aunque el rol que desempeñará en el cónclave es ceremonial, está cargado de simbolismo. Como último en el orden de los diáconos, Koovakad será el responsable de cerrar la puerta al grito de «extra omnes», que indica la salida de todos los no electores.
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Curiosamente, también será el primero en volver a ingresar, ya que los cardenales lo hacen en orden inverso a su precedencia. La frase será pronunciada por el maestro de ceremonias, monseñor Diego Giovanni Ravelli, de nacionalidad italiana.
Su figura también destaca dentro de la estructura vaticana. En enero de este año, fue designado prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, convirtiéndose en el primer miembro de la Iglesia Siro-Malabar en liderar un organismo de la Curia romana.
Con una birreta reemplazada por un shash negro y rojo, símbolo del cristianismo oriental, Koovakad representa la creciente diversidad geográfica y cultural del alto clero católico.
El cónclave del 7 de mayo será decisivo para el futuro de la Iglesia, y Koovakad tendrá un rol central en ese instante inicial de recogimiento y solemnidad. Aunque no es un “papable”, su cercanía con Francisco y su creciente protagonismo en el Vaticano lo convierten en una figura clave para entender la transición que se avecina en el liderazgo espiritual de más de mil millones de católicos.
