El titular del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, habló tras el bombardeo de Estados Unidos a tres centrales nucleares iraníes y lo primero que marcó fue que provocó daños «muy significativos».
Al referirse a la posibilidad de que Irán traslade material sensible luego del ataque de EEUU, precisó: «La Junta debe tener conocimiento de una carta que me envió el ministro de Asuntos Exteriores (iraní), Dr. Abbas Araghchi, el 13 de junio, en la que menciona que Irán, y cito textualmente, ‘adoptará medidas especiales para proteger los equipos y materiales nucleares'».
Por lo tanto, advirtió que «cualquier transferencia de material nuclear desde una instalación protegida a otra ubicación en Irán debe declararse a la agencia, tal como lo exige el acuerdo de salvaguardias de Irán».
En un encuentro de emergencia de la Junta de Gobernadores de 35 naciones de la entidad internacional, Grossi aclaró que «en este momento, nadie, ni siquiera el OIEA, está en condiciones de evaluar completamente los daños subterráneos en Fordow» (una de las instalaciones nucleares bombardeadas por EEUU).
Pero subrayó que «dada la carga explosiva utilizada y la naturaleza extremadamente sensible a las vibraciones de las centrifugadoras, se espera que se hayan producido daños muy significativos».
Y sostuvo: «Para lograr la garantía a largo plazo de que Irán no adquiera un arma nuclear, y para la continua eficacia del régimen global de no proliferación, debemos volver a las negociaciones».
Acto seguido, alertó: «El régimen de no proliferación nuclear que ha sustentado la seguridad internacional durante más de medio siglo está en juego».
En este punto, aseguró que tras los bombardeos de EEUU, la situación se tornó «aun más grave» y eso podría llevar a «una ampliación del conflicto».
Es por eso, que insistió en que aun «hay una ventana para volver al diálogo y a la diplomacia»,
Pero al mismo tiempo fue claro y aseveró: «Si esa ventana se cierra, la violencia y la destrucción podrían alcanzar niveles impensables y el régimen global de no proliferación, tal como lo conocemos, podría desmoronarse y caer».
DETALLES SOBRE LOS ATAQUES
Grossi dio ciertas precisiones sobre los ataques. Acerca de Fordow, una instalación subterránea fundametal para el programa atómico de Irán, puntualizó que «son visibles cráteres. Es la principal ubicación de Irán para enriquecer uranio al 60%».
E insistió: «Por el momento, nadie, incluido el OIEA, está en condiciones de evaluar los daños subterráneos en Fordow».
En cuanto a Isfahan, precisó que «se golpearon edificios adicionales durante la noche» y añadió que entre «las estructuras dañadas hay zonas vinculadas con el proceso de conversión de uranio y túneles para almacenamiento de material enriquecido
También «la planta de enriquecimiento de Natanz fue golpeada nuevamente”, con municiones perforantes.
Pese a la gravedad y alcance de los ataques, Grossi marcó que «Irán ha informado al OIEA que no ha habido incremento en los niveles de radiación fuera de los tres sitios impactados».
Recordó que «los ataques armados contra instalaciones nucleares no deberían ocurrir nunca», ya que al llevarse a cabo «podrían resultar en liberaciones radiactivas con graves consecuencias dentro y más allá de las fronteras del Estado atacado».
Y finalizó con un contundente mensaje: «No estaremos más seguros si hay más armas nucleares en más Estados alrededor del mundo».