El presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa, calificó a los hechos violentos que ya dejaron casi 1.000 civiles muertos como «desafíos esperados». Hay testimonios de personas que acusan a las autoridades de realizar asesinatos al estilo de ejecuciones y también se han difundido imagenes de fosas comunes.
El domingo a la noche mientras los enfrentamientos y disturbios continuaban, el líder sirio le habló a la población desde una mezquita en Damasco y sostuvo que «lo que está sucediendo en el país son desafíos esperados».
Afirmó que la nación se encontraba «ante un nuevo peligro, representado en los intentos del régimen caído y por fuerzas externas para crear una sedición y arrastrar a nuestro país a una guerra civil con el objetivo de dividirlo, y destruir su unidad y estabilidad».
Aclaró que no se tratan de «amenazas pasajeras», sino del resultado de «intentos» de fuerzas que tienen como objetivo «perpetuar el caos y destruir lo que queda de nuestra querida patria».
No especificó a que país se refería, solo señaló que «quizás lo que está sucediendo en algunas zonas de la costa sea el ejemplo más claro de estos intentos».
Siria, escenario de horror: casi 1.000 civiles ejecutados tras la ofensiva del Gobierno interino
Por lo tanto, «debemos preservar la unidad nacional y la paz civil en el país» y remarcó: «Somos capaces de vivir juntos en este país, tanto como podamos».
Estos episodios configuran el escenario más violento desde diciembre pasado cuando el exmandatario expresidente Bashar al-Assad fue derrocado por el grupo Hayat Tahrir al Shams (HTS) encabezado por Abu Mohammed al Jawlani.
Ante este panorama, Ahmad al-Sharaa hizo hincapié en que «desde el primer momento, reforzamos la zona con fuerzas de seguridad para proteger la paz civil y evitar que se produjeran ataques de venganza».
Y aseveró que «estas fuerzas fueron atacadas, muchas de ellas asesinadas y quemadas, y los residentes del lugar fueron agredidos».
«Los autores de este crimen atroz son los mismos que cometieron crímenes atroces contra el pueblo sirio durante los últimos 14 años», aseguró.
Y recalcó: «Todos debemos mantener la calma y ser fuertes frente a quienes intentan incitar a la discordia sectaria y a las disputas internas
Al tiempo que dejó en claro que exigirán cuentas, «con toda firmeza y sin indulgencia», a todo aquel que haya estado involucrado en el derramamiento de sangre de civiles y «todo aquel que haya excedido los poderes del Estado o haya explotado el poder para lograr sus propios objetivos».
«No habrá nadie por encima de la ley y cualquiera cuyas manos estén manchadas con la sangre de los sirios se enfrentará a la justicia más pronto que tarde», concluyó.