El 13 de marzo de 2013, Argentina y el mundo se vio sorprendido por un hecho histórico en el Vaticano. “Habemus Papam”, fueron las palabras que dijo el cardenal Jean-Lous Tauran antes de anunciar que Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, había sido electo como nuevo Papa.
Hoy, el Papa Francisco cumple 12 años de pontificado, en medio de una internación por un problema de salud respiratoria, que mantiene en vilo a todos sobre su futuro al mando de la Iglesia católica.
Bergoglio rompió estándares ya desde su asunción, ya que se convirtió en el primer Sumo Pontífice jesuita, además de ser el primero proveniente del Hemisferio Sur, el primero de origen americano y el primero no europeo desde Gregorio III.
El papa Francisco sigue mejorando y permanece estable: para cuándo estiman su alta médica
A lo largo de sus 12 años, buscó marcar su impronta propia, impulsando una “Iglesia pobre para los pobres”, marcando un orden en las finanzas del Vaticano y dando una imagen de austeridad.
El Papa Francisco también mostró una imagen más inclusiva, abriendo las puertas de la iglesia a los laicos, a los divorciados que se volvían a casar, a la comunidad LGBT e incluso a darle mayor lugar a las mujeres.
Pero además se ha enfrentado con el Opus Dei, la organización católica ultraconservadora, a la que le ha rebajado sus privilegios. También llevó adelante una lucha contra la pederastía: “Es en la Iglesia donde se han producido esos crímenes y la Iglesia debe sentir vergüenza y pedir perdón, y buscar cómo resolver esta situación con humildad cristiana, además de hacer todo lo posible para que esto no vuelva a suceder”, dijo en un discurso en año pasado.
Ahora, a sus 88 años, el Sumo Pontífice argentino atraviesa una delicada situación de salud que abre dudas sobre si podrá continuar con su papado. Si bien desde el Vaticano han anunciado que tuvo mejoras en su salud y ha cumplido con algunas tareas, aún no se lo ha visto públicamente.
La incertidumbre creció más en las últimas semanas, luego de que a fines de febrero, en medio de su internación, le informó a dos de sus colaboradores la decisión de convocar a un consistorio de cardenales.
Si bien aún no hay fecha establecida, hay quienes especulan que este encuentro podría ser trascendental sobre la continuidad de Bergoglio al mando de la Iglesia y el futuro del Vaticano.
El antecedente de Benedicto XVI, quien anunció su dimisión en febrero de 2013 en un consorcio público ordinario, hace encender alarmas. En aquel momento, el alemán adjudicó su decisión a que su avanzada edad no le permitía continuar con “un adecuado ejercicio del ministerio petrino”.