El trágico accidente del vuelo AI171 de Air India, que se estrelló minutos después de despegar desde Ahmedabad rumbo a Gatwick, volvió a sacudir a la aviación internacional. Con 279 muertos, es el siniestro aéreo más grave en la India en décadas. La aeronave apenas había alcanzado los 190 metros de altitud cuando perdió potencia y colisionó contra un edificio del hospital civil, en una zona densamente poblada.
El suceso activó una investigación urgente, que hoy se centra en una combinación de factores mecánicos y operativos. Los investigadores ya cuentan con las cajas negras del Boeing 787 Dreamliner —el registrador de voz de cabina y el grabador de datos de vuelo—, elementos clave para reconstruir los segundos finales.
Según las primeras evaluaciones, la tragedia pudo originarse por una mezcla letal: sobrecarga del avión, falla simultánea de los motores y un posible fallo estructural. La asistencia técnica del Reino Unido, Estados Unidos y funcionarios de Boeing acompaña la pesquisa de las autoridades indias.
La aeronave transportaba 241 personas a bordo, incluidos 159 pasajeros indios, 53 británicos, 7 portugueses y un canadiense, según datos oficiales. El accidente no solo provocó víctimas entre los ocupantes, sino también entre civiles en tierra: el impacto fue contra un edificio donde residían médicos en formación del Hospital Civil y el Colegio Médico BJ. El número de víctimas, por ahora, se mantiene, mientras continúan las tareas de remoción de escombros.
Otro incidente de Air India: un vuelo tuvo que regresar a Tailandia por una amenaza de bomba
Un detalle revelador fue el despliegue de la Ram Air Turbine (RAT), una pequeña turbina de emergencia que se activa solo en caso de fallo eléctrico, fallo hidráulico o una doble falla de motor. Su aparición en el video de alta definición refuerza la hipótesis de un colapso total del sistema de propulsión. Además, las imágenes muestran cómo el avión parece flotar brevemente antes de precipitarse, un comportamiento que especialistas describen como típico de una pérdida súbita de potencia.
El piloto Steve Schreiber, analista de seguridad aérea, afirmó que las imágenes aportan un “giro decisivo” en la reconstrucción de la causa. También destacó que, para el Boeing 787, ese tipo de fallo en la fase de despegue es especialmente crítico. Al mismo tiempo, el ministro de Aviación, Ram Mohan Naidu Kinjarapu, aseguró que la primera decodificación de las cajas negras ofrecerá una “perspectiva profunda” sobre lo ocurrido.
El proceso de investigación se extenderá durante varios meses y seguirá los protocolos internacionales de la ONU bajo el denominado Manual DOC 9756. Además del análisis de los dispositivos, se revisarán videos de seguridad, declaraciones de testigos, historial de mantenimiento del avión y datos sobre entrenamiento de los pilotos. También se investiga si el peso total de la aeronave superaba los límites operativos del modelo.
Como medida preventiva, el gobierno ordenó la inspección completa de los 33 Dreamliners de Air India. Al mismo tiempo, se creó un comité especial para elaborar recomendaciones que refuercen los protocolos de seguridad aérea. Aunque el Boeing 787 Dreamliner mantiene una sólida reputación —con más de 1.200 unidades en operación y sin accidentes fatales en 16 años—, este siniestro dejó una profunda marca y abrió interrogantes que el tiempo y la investigación intentarán responder.