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Cuáles son los desafíos de Liz Truss, la nueva primera ministra del Reino Unido
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Cuáles son los desafíos de Liz Truss, la nueva primera ministra del Reino Unido

Este martes, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, viajará a Escocia y le presentará formalmente su anunciada renuncia a la reina Isabel II. Ella se la aceptará y, poco después, la monarca le pedirá que forme un nuevo gobierno a la dirigente conservadora Liz Truss.

Tras los escándalos por las fiestas de Johnson, sumado al descontento social producto de la actual crisis global y el desgaste producido por la pandemia, el Partido Conservador se sumergió en un duro debate interno que culminó este lunes con la elección de la nueva premier, por sobre el exministro de Economía, Rishi Sunak.

Con ese procedimiento tradicional y formal, Truss se convertirá en la cuarta primera ministra de los conservadores desde las elecciones de 2015 y aseguran que ningún líder británico desde Margaret Tatcher ha debido enfrentar retos tan complejos como los que le aguardan. ¿Cuáles son?

Como se señalaba, el primero de ellos es el malestar generalizado de la población, que tiene vario ejes, y el primero de ellos es el aumento del costo de vida por culpa de la inflación y de la falta de soluciones por parte de la administración Johnson. Los precios marcaron en julio un alza anual del 10,4%, con la perspectiva de iniciar 2023 en torno al 18%, por los aumentos en la energía.

Esa situación, producto de la guerra en Ucrania, es disparador de un amplio abanico de frentes políticos y económicos a enfrentar. Por eso, Truss, de 47 años de edad, había prometido un paquete de medidas de rápido efecto real y anímico, como una inmediata eliminación de las subas de impuestos que determinó Johnson y que avala la convención conservadora (de hecho, se iniciaron campañas para que millones de británicos no paguen sus facturas de servicios).

Para colmo, en breve se iniciará la temporada fría en el hemisferio norte, y se espera una dura crisis energética en todo el continente, lo que elevaría las facturas de energía en un 80% en octubre, llevando la tarifa media a 3.549 libras, mientras que en enero de 2023 ya estaría en torno a las 6.000 libras.

El Gobierno de Johnson decidió el traslado a precios de buena parte de los incrementos, estableciendo ayudas muy por debajo de los del resto de sus potencias vecinas. En mayo, el paquete de asistencia energética fue de 15.000 millones de libras, casi la mitad de los 37.000 millones destinados a mitigar los precios al consumidor. Para tener una referencia, Italia destina unos 52.000 millones y Francia, el que mayor asistencia está entregando, 62.000 millones.

Para el control de esta crisis inflacionaria, la administración saliente decidió intervenir fuertemente en la política monetaria, y eso también será revisado por Truss. De hecho, prometió reformular las competencias del Banco de Inglaterra, lo que tuvo un fuerte negativo impacto en los bonos nacionales, al punto que Kwasi Kwarteng, quien se perfila como su ministro de Economía, debió salir a poner paños fríos en los mercados, con una entrevista en el Financial Times. Aseguró que habrá “cierta relajación fiscal” (o sea, mayor gasto), pero que será “fiscalmente responsable”.

Detrás de esto está el reto de la gobernabilidad. Los opositores se han sumado a la ola de descontento y han pedido en varias oportunidades (especialmente durante los escándalos de Johnson y su gente) un llamado a elecciones anticipadas. Además, Truss no era la candidata más popular de su partido, lo que la obligará a trazar numerosas alianzas con quienes no la apoyaron en la primera votación interna.

Pero aseveran que el estilo de gestión de la nueva premier tendrá un perfil “presidencialista”, según sus propias palabras, con la designación de un “gabinete fuerte” para encarar medidas de rápido impacto en la economía real.

Truss nació el 27 de julio de 1975 en el seno de una familia de izquierda, y cuenta que su gran amor por la política surgió cuando a los 7 años le tocó interpretar a Tatcher en un simulacro de debate en la escuela. Estudió Filosofía, Política y Economía en Oxford y se afilió al Partido Liberal Demócrata, del cual hasta llegó a participar en sus congresos. Sin embargo, luego rompió con su tradición familiar y dio un vuelco de timón ideológico, pasándose al bando de los “tories”.

A lo largo de su vida política, fue ministra de Educación, Medio Ambiente y Justicia, y secretaria general del Tesoro. Por su duro perfil, su figura es siempre comparada con la de Tatcher, algo de lo que no reniega sino, todo lo contrario, utiliza como parte de la construcción de su imagen política.

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