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Corrupción, pobreza y democracia: primer debate caliente entre Lula y Bolsonaro
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Corrupción, pobreza y democracia: primer debate caliente entre Lula y Bolsonaro

Este domingo por la noche se llevó a cabo en Brasil el primer debate presidencial televisivo, en el que se cruzaron el actual mandatario, Jair Bolsonaro; y el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, además de Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT); Soraya Thronicke, de Unión Brasil, del exjuez Sergio Moro; Felipe D’Avila, de Partido Novo (libertario); y Simone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), del expresidente Michel Temer y exvicepresidente de Dilma Rouseff.

Pero, sin dudas, la mirada estaba puesta en los dos principales candidatos, según todos los sondeos: Lula, que se estaría imponiendo en primera vuelta con más de 15 puntos de diferencia; y Bolsonaro, que viene acortando distancia en las últimas semanas, pero todavía muy lejos de llegar al balotaje.

Ambos vienen protagonizando un duro enfrentamiento desde hace años, pero con el inicio de la campaña para el 2 de octubre las acusaciones cruzadas se han multiplicado. Y el debate de este domingo no fue la excepción, especialmente en tres temas centrales: corrupción, la economía (y su impacto social) y la continuidad democrática.

Lula acusó a Bolsonaro de estar sumergiendo al país en la pobreza, que él había reducido durante su mandato (Foto: REUTERS/Carla Carniel)

Como viene repitiendo en los estrados y en sus alocuciones por TV, Bolsonaro aseguró que el Gobierno de Lula fue “el más corrupto de la historia” y aseguró que su regreso permitiría una continuación. “Presidente Lula, ¿quiere volver al poder para hacer lo mismo en Petrobras?”.

En una reciente entrevista, Lula admitió que durante su gestión hubo hechos de corrupción, pero aseguró que su propuesta es “volver mejores”. El caso Petrobras y el de Odebrecht (Lava Jato) tuvieron impacto en toda la región y dieron vuelta al mundo, e incluso llevaron a Lula a la cárcel en una causa de soborno, de la que luego fue sobreseído y excarcelado.

El expresidente respondió tocando otro talón de Aquiles de Bolsonaro, que es la compleja situación económica, que llevó el hambre a cifras récord, mientras que la economía crece. Al respecto, aseguró que su administración (entre 2003 y 2010) es recordada por ser la más redistributiva de la historia del país.

«El país que dejé es un país que la gente echa de menos, es el país del empleo, donde la gente tenía derecho a vivir con dignidad, con la cabeza alta. Este es el país que el actual presidente está destruyendo», aseveró, y le dijo: “Usted tiene una piedra en el corazón”.

Pero para contestarle, Bolsonaro usó a la Argentina como ejemplo negativo de lo que Lula podría llegar a hacer. “Miren hacia dónde va la Argentina, el presidente de Argentina visitó a Lula en la cárcel. Hoy 40% de la población argentina está a la miseria. Lula apoyó al candidato que en Chile incendiaba el metro (Gabriel Boric); en Colombia, al candidato que está a favor de liberar las drogas y los presos (Gustavo Petro). Lula apoya a Daniel Ortega en Nicaragua persiguiendo a religiosos», señaló.

Pero, además, el actual mandatario enfatizó que la pandemia fue un golpe para todas las economías del mundo, pero que su Gobierno “hizo un milagro”, lo cual le permite ser una de las pocas potencias económicas con deflación. Aún así, admitió que existe hambre y recordó que su gestión dispuso un amplio programa de planes sociales para paliar esa situación.

Bolsonaro hizo foco en los casos de corrupción durante el Gobierno de Lula (Foto: REUTERS/Carla Carniel)

Lula y los demás candidatos cargaron contra Bolsonaro por varios temas, lo cual es habitual cuando un candidato ejerce todavía el Gobierno, pero coincidieron en uno: las amenazas del bolsonarismo a la continuidad democrática.

Vale recordar que el presidente intentó que las fuerzas armadas formaran parte del proceso electoral, poniendo en duda el sistema de votación y denunciando una presunta amenaza de fraude. La Justicia negó su pedido y, desde entonces, él mismo a sugerido que no reconocería un resultado negativo, mientras que personalidades cercanas a su entorno han operado para que las fuerzas armadas trabajaran en un autogolpe. Esto hizo que el propio Departamento de Estado de los EEUU interviniera pidiendo a Bolsonaro (incluso envió una delegación) garantizar la democracia.

La senadora Tebet, considerada de “centro”, aseguró en el debate: “Tenemos un presidente que amenaza la democracia. Necesitamos cambiar al presidente”.

Pero Bolsonaro cargó contra la Justicia, a la que acusó de “extralimitarse” al disponer un operativo policial contra un grupo de empresarios que en las redes sociales discutía sobre la posibilidad de un golpe de Estado, según lo había denunciado la prensa.

VACUNAS Y MUJERES
Uno de los momentos de mayor tensión se vivió al referirse a la pandemia, porque ese tema disparó otros fuerte cuestionamiento respecto a la relación de Bolsonaro con las mujeres.

La periodista Vera Magalhães le preguntó al mandatario por su accionar durante la pandemia. Vale recordar que Bolsonaro negó desde el primer momento la existencia de un virus mortal y también operó en contra de la vacunación, lo que demoró la llegada de las vacunas al país.

La pregunta de la reportera enfureció al presidente. “Creo que te vas a dormir pensando en mí. No puedes tomar partido en un debate como este. Eres una vergüenza para el periodismo”, le dijo.

Tebet salió en defensa de la periodista y lo acusó de misógino y directamente de retrasar intencionalmente la compra de vacunas y de difundir noticias falsas, además de haber sida “intimidada” por sus ministros mientras intentaba avanzar en una investigación desde el Senado. «No le tengo miedo«, le dijo señalándolo.

Bolsonaro negó ser un misógino y aseveró que las brasileñas lo aman porque defiende a la familia y rechaza la legalización de las drogas. Y fue más allá: cargó contra Tebet y el feminismo. “Ustedes son una vergüenza para el Senado, no vengan con esa historia de que ataco a las mujeres para victimizarse”.

Finalmente, el cruce caliente delante de las cámaras se trasladó al set televisivo. Tras bambalinas, el exministro de Ambiente Ricardo Salles y el diputado lulista André Janones se trenzaron a empujones y debieron ser separados para que la situación pasara a mayores. En las calles, los simpatizantes del PT realizaron un carnaval en apoyo a Lula, y se temió que pudiera haber un cruce con los bolsonaristas, por lo cual debió disponerse un fuerte operativo policial en San Pablo.

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