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Comercio, defensa y pesca: las claves del nuevo pacto UE-Reino Unido en la era post Brexit
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Comercio, defensa y pesca: las claves del nuevo pacto UE-Reino Unido en la era post Brexit

En un movimiento que busca redefinir la relación entre Londres y Bruselas tras el divorcio del Brexit, la Unión Europea y el Reino Unido sellaron un amplio acuerdo estratégico que abarca desde comercio y defensa hasta pesca y migración.

La firma se concretó en la primera cumbre bilateral post-Brexit, celebrada en Lancaster House con la presencia del primer ministro británico Keir Starmer, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo António Costa.

Aunque no implica un regreso al mercado único ni a la libre circulación, el acuerdo abre las puertas a una cooperación renovada que impactará directamente en sectores clave como la exportación de alimentos, la producción de acero y la industria pesquera. En palabras de Starmer: “Es hora de dejar atrás los debates del pasado y encontrar soluciones prácticas que beneficien a la gente”.

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Uno de los cambios más tangibles será en los controles fronterizos. Se reducirá la burocracia en el comercio de alimentos y bebidas, lo que permitirá el retorno del flujo ágil entre el Reino Unido y la UE, incluyendo Irlanda del Norte. Westminster calcula que esta medida no solo aliviará a las empresas, sino que también bajará los precios en góndolas y supermercados. También se liberará la venta de productos “vitales” como hamburguesas y salchichas al mercado europeo.

La dimensión defensiva del pacto incluye un acuerdo que permitirá al Reino Unido participar en el nuevo fondo europeo de seguridad SAFE, valorado en 178.000 millones de euros, y destinado a fortalecer la defensa continental. A la par, ambas partes anunciaron una colaboración en movilidad juvenil, con un programa que permitirá que jóvenes británicos puedan volver a trabajar y estudiar en Europa, replicando modelos ya existentes con Australia y Nueva Zelanda.

En materia migratoria, uno de los puntos más sensibles, las autoridades admitieron que aún no hay soluciones concretas, aunque se trabaja en un “compromiso conjunto” para frenar los cruces irregulares en el Canal de la Mancha. Se mencionó también el impulso de mecanismos de retorno y mayor vigilancia fronteriza, aunque sin detalles firmes por ahora.

Finalmente, se acordó un nuevo tratado pesquero de 12 años que asegura el acceso británico a sus zonas marítimas sin ceder más capturas a la UE. Además, el Reino Unido invertirá 427 millones de euros en modernizar su flota, capacitar a los trabajadores del sector y dinamizar las comunidades costeras. El mensaje es claro: el Reino Unido no vuelve a Europa, pero quiere volver a cooperar en serio.

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