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Bolsonaro vuelve a agitar el fantasma del fraude ante una posible derrota en octubre
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Bolsonaro vuelve a agitar el fantasma del fraude ante una posible derrota en octubre

A pesar de que en las últimas semanas viene recortando distancias, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, podría perder en primera vuelta contra Luiz Inácio Lula Sa Silva en las elecciones presidenciales del 2 de octubre, según la mayoría de los sondeos. E inclusive los que muestran un escenario de balotaje hablan de una diferencia de ocho a diez puntos en favor del exmandatario.

Ante esta perspectiva, Bolsonaro ha sembrado dudas sobre el sistema electoral (el mismo que lo llevó a la presidencia) y le ha pedido al Tribunal Superior Electoral que permita a las fuerzas armadas (socias de su coalición de gobierno) participar del recuento de votos, algo que le fue rechazado en varias oportunidades.

Pero, a dos semanas de los comicios, el presidente decidió escalar este conflicto. Desde Londres, donde participó de los funerales de la reina Isabel II, Bolsonaro aseguró que si no gana con un 60% de los votos no aceptaría el resultado.

«Si yo tengo menos del 60% de los votos es porque algo anormal ocurrió en el Tribunal Superior Electoral, teniendo en cuenta la cantidad de gente que va a mis eventos y cómo soy recibido a todos los lugares a los que voy», aseguró Bolsonaro ante la cadena oficialista SBT

Desde la oposición advirtieron que las palabras del mandatario buscan crear un “efecto Capitolio”, en referencia a la toma del edificio parlamentario en los EEUU el 6 de enero de 2021, tras la derrota de Donald Trump. Incluso el Gobierno estadounidense le pidió a Bolsonaro garantizar la transición democrática en caso de una eventual derrota.

Como él mismo lo señaló, su argumento en el poder de movilización de su espacio. “Es el sentimiento de las calles, uno ve los actos de Lula, del PT…, no va nadie; y si van algunos miles es porque les pagan, los llevan en micros, es gente que va por dinero, no están animados con la elección de Lula», explicó.

Pero las últimas movilizaciones de Bolsonaro han sido puestas en duda, tanto por Lula como por la propia derecha. La última gran convocatoria fue durante los actos por el Día de la Independencia, en los que acusaron al mandatario de aprovechar el festejo oficial como plataforma de campaña, con financiamiento del Estado. «La gente está con nosotros, hicimos manifestaciones masivas y la gente reconoce el esfuerzo que el Gobierno hizo ante la pandemia para preservar la economía y eso se traducirá en una elección mayoritaria el 2 de octubre. No quiero hablar de alianzas de segunda vuelta porque quiero ganar la primera vuelta», aseveró.

Bolsonaro viajó a los funerales de la reina Isabel II y realizó un acto frente a la Embajada de Brasil en Londres (Foto: Jonathan Hordle/Pool via REUTERS)

Pero las mismas críticas se produjeron en relación al viaje a Londres. Una periodista le preguntó, en efecto, si se trataba de una acción proselitista, por el tono y las palabras del mandatario, quien además cortó la calle frente a la Embajada de Brasil en Gran Bretaña y salió al balcón de la residencia diplomática a dar un discurso en el que afirmó que vencerá en primera vuelta, que está en contra del aborto y de la ideología de género. Pero ante la consulta de la reportera, Bolsonaro se enojó.

Los cronistas en el lugar cuentan que algunos británicos que pasaban por el lugar repudiaron el acto criticando su política ambiental y el asesinato del periodista Dom Phillips en la Selva Amazónica, y que los bolsonaristas residentes en allí les gritaron “vayan a Venezuela”.

Además de estar acompañado por su esposa Michelle, Bolsonaro viajó con el pastor evangélico de Silas Malafaia, reconocido como la ultraderecha brasileña, quien tuvo durante la ceremonia el mismo trato que un ministro oficial.

La gira del mandatario continuará este martes por Nueva York, donde participará de la Asamblea General de la ONU.

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