El presidente Joe Biden nombró el miércoles a la vicepresidenta Kamala Harris para liderar los esfuerzos de Estados Unidos con México y los países del Triángulo Norte para tratar de detener el flujo de migrantes hacia territorio estadounidense.
Biden anunció la medida de alto nivel en una reunión de su equipo de inmigración en la Casa Blanca, asignando a Harris el mismo papel que desempeñó como vicepresidente del entonces presidente Barack Obama.
La decisión se produce cuando Biden lucha por controlar una migración floreciente a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México, un problema que el demócrata atribuyó a las políticas «algo draconianas» de su predecesor republicano, Donald Trump.
Biden dijo que Estados Unidos necesitará la ayuda de México y los países del Triángulo Norte -Honduras, Guatemala y El Salvador-, y que Harris «acordó liderar nuestros esfuerzos diplomáticos y trabajar con esos países».
Los funcionarios estadounidenses están luchando para albergar y procesar a un número creciente de niños no acompañados, muchos de los cuales han estado por días en estaciones fronterizas similares a cárceles mientras esperan ser colocados en atestados albergues gubernamentales.
Desde que asumió el cargo en enero, Harris se ha estado forjando un papel como promotora clave del proyecto de ley de alivio del coronavirus en Estados Unidos de Biden, la primera legislación importante que el presidente promulgó.
Dentro de esa área, gran parte del enfoque de Harris se ha centrado en cómo la iniciativa legal de estímulo puede ayudar a las mujeres y las pequeñas empresas. También ha desempeñado un papel activo en alentar a los estadounidenses a vacunarse.
Si bien la funcionaria no ha tenido una cartera de políticas específica hasta ahora, ha tenido llamadas con líderes extranjeros, incluidos aliados clave como Francia e Israel.
