Las ventas por el Día del Padre volvieron a caer en 2025. Tras el festejo del Gobierno por el dato de inflación más bajo en cinco años, el foco se corre hacia la recuperación económica de sectores aún relegados, pero sobre todo hacia el poder adquisitivo. Según datos de la CAME, las ventas por esta fecha cayeron por tercer año consecutivo.
Las ventas minoristas por el Día del Padre 2025 registraron una nueva caída del 1,7% respecto del año anterior, medidas a precios constantes. Así lo indicó el relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que confirmó una tendencia negativa por tercer año consecutivo: el descenso de este año se suma al 10,2% de 2024 y al 1,2% en 2023.
A pesar de que más del 90% de los comercios realizaron promociones especiales, el consumo no repuntó. Según la CAME, la fecha dejó un balance con resultados dispares y desempeño general débil para el comercio minorista.
“Las principales estrategias aplicadas para motorizar las ventas fueron las facilidades de financiación con tarjetas de crédito y los descuentos por pago en efectivo, aunque su efectividad resultó limitada en un contexto con gran cautela por parte de los consumidores”, planteó el informe.
De esta forma, el ticket promedio fue de $41.302.
Si bien ese monto que representa un incremento nominal frente al año pasado, la CAME aclara que al descontar la inflación del período implica una caída real del 8,9% en el poder de compra de ese gasto respecto al 2024: “Este dato se alinea con el comportamiento observado en la mayoría de los rubros, donde las ventas se concentraron en productos de menor valor y en artículos en promoción, priorizando el cuidado del gasto familiar”.
El informe señaló que el Día del Padre “se ha visto desdibujado como oportunidad de recuperación de ventas”: Solo el 11,3% de los comerciantes afirmó que la fecha fue clave para impulsar las ventas. En contraste, el 30,8% dijo que tuvo impacto moderado y un 36,2% que si bien sumó, no cambió el contexto.
La coincidencia con un fin de semana largo, “redujo la circulación en centros comerciales y priorizó el turismo u otras actividades recreativas por sobre las compras”, según analizaron.
En la comparación interanual, cuatro de los seis rubros relevados presentaron subas interanuales, mientras que dos registraron caídas.
Equipos periféricos, accesorios y celulares lideró con un 9,7%, seguido por Electrodomésticos, artefactos del hogar y equipos de audio y video (+5,8%), Cosméticos y perfumería (+4,6%) y Calzado y marroquinería (+0,6%). En cambio, Indumentaria cayó un 12% y Librerías, un 8,6%.
En el sector de Calzado y marroquinería, la fecha tuvo un impacto moderado: “Los testimonios reflejan un panorama mixto: algunos reportaron ventas malas o poco movimiento, mientras que otros mencionaron un repunte sobre el fin de semana, impulsado por ofertas y descuentos. Se destaca que la rentabilidad fue baja, aunque las ventas superaron las expectativas considerando el contexto económico”, expusieron.
El rubro de Cosméticos y perfumería mostró un desempeño acotado, pocos comercios afirmaron que la fecha fue clave para impulsar las ventas y se apoyaron fuertemente en la variedad y frecuencia de promociones en comparación con otros rubros.
“La combinación de descuento en efectivo y financiación con tarjetas fue la más utilizada, y en varios casos se sumaron descuentos por cantidades, lo que sugiere una estrategia más agresiva para estimular la compra. Muchos comercios no ofrecieron promociones, lo que marca una polarización entre comercios muy activos en ofertas y otros que no aplicaron acciones específicas. Las ventas fueron mejores que el año pasado, aunque con márgenes muy ajustados”, aseguró la entidad.
En Electrodomésticos y artefactos del hogar, el impacto de la fecha también fue leve y no modificaron el panorama del sector. Si bien se registró un “incremento en el movimiento de unidades”, el repunte no fue sostenido. Afeitadoras, por ejemplo, tuvieron buena demanda al inicio del mes, pero las ventas se desaceleraron. Se vendieron productos de menor valor, con consumidores atentos a precios y opciones más accesibles.
Esta situación se replicó en el rubro de equipos periféricos y celulares: Según el documento, el Día del Padre sumó algo de movimiento, pero «no alteró el panorama general”, con un consumo al que describieron la semana como “normal y corriente”.
Indumentaria fue el rubro más golpeado y registró la mayor caída de ventas entre todos los sectores relevados.
Aunque algunos comercios vieron algo de movimiento, predominó la percepción de que la fecha no logró revertir un mes negativo. Las estrategias promocionales “no lograron frenar la caída y el impacto de las promociones bancarias fue transitorio”.
“Los comerciantes coincidieron en que, pese a ser la indumentaria uno de los regalos tradicionalmente más buscados, el contexto económico limitó el gasto. Las ventas se concentraron en productos en oferta y de menor valor, afectando la rentabilidad y el volumen de las operaciones”.
Por último, el rubro Librerías también mostró mal desempeño donde las facilidades de pago fueron más utilizadas que los descuentos directos.
Estos datos devenidos del relevamiento realizado por CAME evidencian que, más allá de los datos macroeconómicos, la recuperación del consumo interno sigue mostrando desafíos. La desaceleración de la inflación, celebrada como un logro por el Gobierno, no se tradujo hasta ahora en una mejora significativa del poder de compra ni en un impulso claro para el comercio minorista.