La crisis económica condiciona hábitos de consumo, percepción de políticas públicas y niveles de apoyo al Gobierno. Una encuesta revela que ocho de cada diez argentinos debieron ajustar sus compras, mientras que los vetos y recortes impulsados por la gestión reciben mayor rechazo que aprobación. La polarización política y la situación económica cotidiana se combinan para configurar un clima social y electoral marcado por expectativas dispares.
La última medición nacional Foco Económico y de Gestión, elaborada por Management & Fit, muestra cómo la situación económica condiciona la percepción que los argentinos tienen sobre la gestión del Gobierno y las recientes medidas adoptadas. Según la encuesta, apenas 13,7% de los hogares asegura que sus ingresos alcanzan “bien” y que incluso pueden ahorrar, mientras que 39,3% reconoce llegar a cubrir sus necesidades, sin grandes dificultades. Por su parte, casi un tercio de la población (29,6%) afirma que sus ingresos no alcanzan y un 16,7 % que enfrenta grandes dificultades para llegar a fin de mes.
El impacto de la crisis se refleja también en el consumo: ocho de cada diez encuestados afirma haber modificado sus hábitos de consumo en los últimos meses.
Las categorías más afectadas son indumentaria, ropa y calzado, carne y productos de primeras marcas. Apenas un 20,5% sostiene que no ha cambiado ninguno de sus consumos. Según esto, el estancamiento en el poder adquisitivo se traduce en restricciones concretas dentro de los hogares, con ajustes claros, incluso en familias que no solían tener este tipo de problemas.
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La encuesta también relevó la identificación política de los argentinos. El 26,8% se ubica en la derecha o posiciones conservadoras, 26,2% en el centro y solo un 13,8% en la izquierda. Sin embargo, un tercio de los encuestados (33,2%) afirmó no sentirse representado por ninguna de estas categorías. Management & Fit señala que la mención de “derecha/conservador” se destaca entre varones y menores de 40 años, mientras que la categoría “centro” crece entre quienes poseen un nivel educativo alto.
Según la consultora, ninguna de las decisiones recientes del Gobierno alcanza un nivel de acuerdo mayoritario. Los vetos a aumentos de jubilaciones, mejora salarial del Hospital Garrahan y a la emergencia por discapacidad concentran los mayores rechazos, con niveles de desaprobación que superan el 65%.
El informe también abordo la percepción sobre la privatización de empresas públicas, en el caso de AySA, la opinión aparece dividida: 45,2% a favor frente a 47,6% en contra. Por otra parte, el recorte de transferencias y recursos desde la gestión nacional hacia las provincias tiene más rechazo que apoyo (54,2% / 40,4%).
El acuerdo con estas medidas varía según la elección política de los votantes en las elecciones de 2023. De acuerdo al sondeo, los votantes de La Libertad Avanza y del PRO muestran un mayor nivel de apoyo a las decisiones gubernamentales, mientras que quienes votaron a Unión por la Patria registran un marcado rechazo.
De esta forma, el contexto económico actúa como un factor condicionante de estas percepciones en un año clave por la cita electoral. Los hogares con mayores dificultades económicas tienden a manifestar niveles más altos de rechazo a las medidas, mientras que los sectores con ingresos más estables o con capacidad de ahorro presentan evaluaciones más favorables.
Elecciones 2025
Además del impacto económico, la consultora Management & Fit de agosto 2025 midió el paisaje electoral: nueve de cada diez argentinos sabe que este año hay elecciones legislativas, y el 72,5% manifiesta tener mucho o algo de interés en acudir a votar en octubre.
En intención de voto a nivel nacional, la encuesta registra un empate técnico entre candidatos opositores (45,8%) y afines a Milei (45,1%).
En la Provincia de Buenos Aires, la oposición a Axel Kicillof lidera con 50,7% frente al 37,9% de los candidatos propuestos por el oficialismo provincial. Los sentimientos sobre la situación del país que predominan son negativos (53,5%) por sobre positivos (44,5%), con la esperanza encabezando las menciones positivas y la preocupación las negativas. Como señalan los analistas, “los datos muestran un panorama electoral abierto y polarizado, con paridad a nivel país y ventaja opositora en PBA. Un escenario que marca el punto de partida para la campaña legislativa 2025”.
En definitiva, de cara a las elecciones, la situación económica no solo afecta el bolsillo de los argentinos, sino también la manera en que perciben la gestión del presidente Milei. El dato sobre la mayoría de la población obligada a ajustar su consumo, así como el rechazo a varias medidas del Gobierno, refleja tanto la polarización política como el impacto directo de la situación económica personal en la evaluación gubernamental.