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Inflación récord en Europa acelera una guerra de tasas
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Inflación récord en Europa acelera una guerra de tasas

Por los efectos de la guerra en Ucrania, la Eurozona registró en julio el índice de inflación más alto de su serie histórica como bloque: fue del 8,9%, de acuerdo a la oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat.

El mes anterior había sido del 8,6% y se había proyectado para este también un 8,6%, confiando en los efectos de un aumento de las tasas de interés (el primero en 11 años). El resultado no sólo fue peor al esperado, sino que está cada vez más lejos del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), de volver al 2%.

Como se señalaba, el principal factor es el impacto de la guerra sobre los precios de los commodities, sobre todo la energía y especialmente los metales y los alimentos. Por esa razón, estiman que se trata de un proceso en aceleración.

El BCE subió las tasas este mes para intentar contener este fenómeno inflacionario, pero eso acrecentó el riesgo de enfriar la economía y avanzar hacia una recesión, como ocurre en los EEUU. Y eso tiene un alto costo político para los países del bloque.

Por caso, Alemania, que es la mayor economía de la zona euro, se estancó en el segundo trimestre y avanza hacia un tercero que se proyecta todavía peor, por la llegada del otoño en un marco de crisis energética.

Pero, tal como lo manifestó el Gobierno de Joe Biden, Europa también está dispuesta a sacrificar crecimiento en un intento de controlar una inflación sin control. Esto hace prever un nuevo aumento de las tasas en las próximas semanas, lo cual afecta a los mercados emergentes, como la Argentina.

Dejaron en claro que la inflación es su principal preocupación, según lo informa Reuters. Y es que la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y los combustibles, pasó del 4,6% al 5%, lo que más que duplica el mencionado objetivo del 2%.

A pesar del desgaste que significó la pandemia, los países de la Eurozona creen que tienen margen para gestionar un continente desacelerado. El desempleo está en mínimos históricos (6,6%) y el empleo en su nivel más alto. Desde luego, eso genera presiones salariales, lo cual parece alimentar el avance inflacionario.

Las tasas ya subieron 50 puntos básicos en julio, ¿cuánto más deberían ascender? Los mercados ya hablan de un promedio de 35 puntos para septiembre, llegando a un acumulado de incremento de 90 puntos a fin de año.

De todos modos, dentro del BCE (y de la propia gestión política de la Unión Europea) hay “halcones y palomas” en relación a la gradualidad de las medidas. Por el momento, los gradualistas mantienen el control de la administración, pero en las últimas semanas crecen las voces (sobre todo por parte de Alemania) que piden medidas de shock más duras. El directorio de la entidad volverá a reunirse recién el 8 de septiembre.

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