Por Ryan Smith, de Newsweek
Se espera que Elon Musk esté presente ante un tribunal de San Francisco esta semana, como parte de un juicio colectivo por fraude de valores derivado de los tuits de 2018, en los que el multimillonario planteó la posibilidad de privatizar su empresa de automóviles Tesla Inc.
El 7 de agosto de 2018, Musk tuiteó que estaba «considerando privatizar Tesla a US$ 420» por acción, en un acuerdo que estaría valorado en alrededor de US$ 72.000 millones.
Glen Littleton, un inversionista, demandó a Musk, a Tesla y a miembros del directorio de la compañía alegando que los tuits en cuestión costaron miles de millones a los inversionistas, al provocar fluctuaciones dramáticas en los precios de las acciones, opciones y bonos de Tesla.
Musk dijo en documentos judiciales que estaba considerando privatizar Tesla y creía que tenía el respaldo de la riqueza soberana de Arabia Saudita para completar el trato, informó The Wall Street Journal. Sin embargo, el acuerdo nunca se materializó.
El juez de distrito de EEUU, Edward Chen, dictaminó que los tuits de Musk, quien ahora es dueño de Twitter después de que su acuerdo para hacerse cargo de la plataforma se finalizó a fines de octubre, no eran ciertos y se compartieron de manera imprudente.
La selección del jurado, en busca de nueve jurados y seis suplentes (sobre aproximadamente 190 candidatos), comenzará el martes en vistas del juicio, que está programado para el 1° de febrero. Musk podría subir al estrado el miércoles.
Antes del inicio, Musk solicitó sin éxito que el juicio se trasladara a Texas, alegando que los posibles jurados en California podrían estar predispuestos en su contra.
Esta no es la primera vez que esos mismos tweets han puesto a Musk en problemas. En 2018, el empresario resolvió un cargo de fraude de valores presentado por la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) por la publicación. La SEC argumentó que Musk usó su cuenta de Twitter para manipular el precio de las acciones de Twitter.
Los documentos judiciales relacionados con el caso, presentados en el Distrito Sur de Nueva York cuando Musk intentó apelar el decreto en 2022, alegaban que «Musk publicó una serie de declaraciones falsas y engañosas a millones de personas, incluidos miembros de la prensa, utilizando el plataforma de redes sociales Twitter».
Los documentos continuaron: «En particular, la SEC alegó que en agosto de 2018 Musk tuiteó a sus más de 22 millones de seguidores en Twitter que podría hacer de Tesla, Inc. una empresa privada (es decir, dejar de ser pública) a US$ 420 por acción (una prima sustancial a su precio de cotización en ese momento), que se había asegurado la financiación de la transacción y que la única incertidumbre restante era el voto de los accionistas.
«El tuit supuestamente era falso: Musk no había discutido los términos específicos del acuerdo con ningún socio financiero potencial, y sabía que la transacción potencial era incierta y estaba sujeta a numerosas contingencias. «Sus tuits provocaron que el precio de las acciones de Tesla aumentara más del seis por ciento el 7 de agosto de 2018 y provocaron una importante interrupción del mercado».
El decreto de consentimiento, que Musk intentó apelar desde entonces, establecía que tenía que «cumplir con todos los procedimientos obligatorios implementados por Tesla con respecto a (i) la supervisión de las comunicaciones relacionadas con Tesla realizadas en cualquier formato, incluidas las publicaciones en las redes sociales (por ejemplo, Twitter) y en el sitio web de Tesla» y «la aprobación previa de cualquier comunicación escrita que contenga, o pueda contener razonablemente, material informativo para Tesla o sus accionistas».
Como resultado, Musk, nacido en Sudáfrica, requiere la supervisión antes de tuitear sobre Tesla por parte de un abogado de valores con experiencia, empleado por la empresa.
El intento del CEO de Twitter en abril de 2022 de apelar el decreto de consentimiento fue denegado por el juez de distrito Lewis Liman del Distrito Sur de Nueva York, quien declaró: «Musk argumenta que el decreto de consentimiento en este caso debe cancelarse porque se entromete en el derecho de la Primera Enmienda del Sr. Musk a estar libre de restricciones previas. Ha sido mal utilizado para iniciar una investigación interminable e ilimitada de su discurso, y fue extraído de Musk a través del ejercicio de coacción económica. «Ninguno de los argumentos se sostiene», concluye.
Newsweek contactó a representantes de Musk y Tesla para hacer comentarios.
Publicado en cooperación con Newsweek
