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El mercado advierte por mayor presión cambiaria y alerta por un escenario de alta volatilidad de cara a las elecciones
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El mercado advierte por mayor presión cambiaria y alerta por un escenario de alta volatilidad de cara a las elecciones

La Fundación Capital –presidida por Martín Redrado– alertó sobre el incremento de la volatilidad financiera en un contexto marcado por tensiones monetarias, presión sobre el tipo de cambio oficial y una creciente incertidumbre preelectoral. Aunque el equipo económico mantiene como objetivo la desinflación y la estabilidad cambiaria, el escenario macro se volvió más frágil tras el desarme de las LEFIs y la liberación de pesos excedentes, que impactaron directamente sobre las tasas y el dólar.

El documento, señala que la calma cambiaria y el proceso de desinflación siguen siendo los principales objetivos de las autoridades económicas. Sin embargo, el diagnóstico es claro: el equilibrio y la dinámica de las últimas semanas exige intervención constante y sintonía fina en las decisiones.

Uno de los factores que alteró el esquema monetario fue la finalización de las Letras de Financiamiento (LEFIs), que generó un “bolsón” de liquidez por $15,5 billones. De ese total, alrededor de $10 billones excedieron la demanda inmediata de los bancos, lo que implicó casi un tercio de la base monetaria existente.

Durante la transición, los bancos aún no lograban reconstruir una cartera de instrumentos con liquidez de corto plazo, lo que provocó una sobreoferta de pesos. Esto derivó en un desplome de las tasas: las cauciones bursátiles y el call interbancario bajaron del 2,6% al 1,4% de tasa efectiva mensual (TEM), mientras que las tasas de los plazos fijos retrocedieron unos 300 puntos básicos, quedando entre el 29% y 30% nominal anual (TNA). El impacto no tardó en sentirse en el mercado cambiario, donde la presión sobre el dólar se intensificó.

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Frente al exceso de pesos, el Gobierno activó múltiples herramientas. El Banco Central absorbió $3,5 billones mediante pases pasivos con una tasa del 35,1% TNA, mientras que el Tesoro lanzó una licitación extraordinaria en la que captó otros $4,7 billones. En esa operación, la letra más corta ofrecida rindió 3,3% TEM, por encima del 2,8% anterior, y superando la inflación esperada para julio (1,9%).

Además, se habría intervenido en el mercado secundario de Lecaps, se incrementaron los contratos abiertos en futuros de dólar para julio y agosto, y se subieron los encajes exigidos a fondos money market y cauciones bursátiles, lo que trajo más volatilidad a las tasas.

Según el informe, si bien estas medidas permitieron controlar parcialmente la situación, la liquidez estructural del sistema sigue siendo ajustada: los préstamos al sector privado representan el 80% de los depósitos privados, el doble que al inicio de la actual administración.

A los factores internos se sumaron elementos externos que reforzaron la presión sobre el dólar. Entre ellos, el fallo de la jueza Preska en Nueva York, que ordenó la entrega del 51% de YPF —aunque posteriormente suspendido—, y un informe del JP Morgan que recomendó desarmar las posiciones de carry trade.

En paralelo, los datos de la cuenta corriente cambiaria de mayo confirmaron un déficit proyectado del 2% del PBI (alrededor de u$s 15.000 millones), en contraste con el superávit registrado en 2024. Aunque el valor no es desmesurado en relación con otros países de la región, sí preocupa el financiamiento: no proviene de inversión extranjera directa sino del mercado financiero.

A estos números, se le suman el millón de personas que compran dólar ahorro por un promedio de u$s 2.000.

El informe también alerta por las leyes que podrían comprometer el equilibrio fiscal: el aumento de haberes y bonos para las jubilaciones, la restitución de la moratoria y otras leyes votadas por el Congreso que podrían implicar un gasto adicional cercano a dos puntos del PBI y comprometer –en lo absoluto– el superávit.

Acumulación de reservas y escenario electoral

A pesar del contexto, el informe aclara que no se espera una corrida cambiaria, en parte gracias al cepo parcial y a la estructura de reservas: esta afirmación surge del análisis de la oferta y demanda potencial de dólares.

“La primera ronda los u$s 13.000 millones, siendo que las reservas internacionales brutas superan los u$s 40.000 millones, y a eso deben sustraerse u$s 13.000 millones del swap con China (que son un derecho a pedir su uso) y otros u$s 14.000 millones por los encajes de los depósitos en dólares. Esta oferta debe compararse con una demanda que hoy está principalmente dada por los depósitos a plazo fijo y los títulos del Tesoro que tienen las personas físicas, sumando unos $ 19 billones. Esto ayuda a que el mercado considere que el techo de la banda cambiaria es creíble (recordemos que la autoridad monetaria puede vender divisas cuando toca el límite superior). Aún más, cuanto más cerca del techo de la banda, si el mercado tiene confianza en la misma, debería tender a posicionarse en pesos, lo que haría que aparezca cierta oferta y no se perfore el límite superior”, expone el informe.

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La semana pasada, el Tesoro volvió a comprar dólares dentro de la banda, por u$s 1.000 millones, esto apuntaría a cumplir con las metas del FMI, que incluyen –como parte del cumplimiento– un desembolso de u$s 2.000 millones en julio y otro de u$s 1.000 millones en noviembre.

Frente al panorama actual, la Fundación Capital plantea dos escenarios posibles: por un lado, presión cambiaria persistente, dólar con suba anual del 44,6%, inflación del 29,6% interanual y crecimiento económico del 5% y por otro lado, avance del objetivo oficial de desinflación, dólar subiendo 32%, inflación en 26% y actividad creciendo 5,2%.

Ambos contemplan elecciones hacia fin de año y, según el informe, el mercado aún considera creíble el techo de la banda cambiaria. No obstante, el contexto obliga a sostener intervenciones activas para evitar sobresaltos.

El informe concluye que, aunque el Gobierno logró contener expectativas el contexto condiciona. La clave para el oficialismo, radicará en la acumulación de reservas y la contención de las presiones en medio de un escenario electoral que ya impacta en las expectativas.

 

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