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Anticipo de ganancias: la «preocupación» de la UIA y la crítica de los especialistas
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Anticipo de ganancias: la «preocupación» de la UIA y la crítica de los especialistas

La Unión Industrial Argentina (UIA) le expresó al Gobierno su «preocupación» por el aumento de la carga tributaria que implicaría para el rubro el anticipo extraordinario del impuesto a las Ganancias con el fin de robustecer el frente fiscal.

El ministro de Economía, Sergio Massa, busca que alrededor de 2.000 compañías adelanten Ganancias de 2023 y así poder recaudar aproximadamente $ 200.000 millones que se usarán para descomprimir la situación que tiene la caja en la actualidad.

El funcionario argumentó que la plata que se obtenga se usará para pagarle un bono adicional a los jubilados y pensionados, con el fin de hacerle frente a la inflación que está por encima de los salarios.

Mediante un comunicado, la UIA precisó que «el Centro de Estudios y el Departamento de Política Tributaria se encuentran analizando de qué manera este nuevo cambio en materia tributaria afectará a cuestiones como el capital de trabajo, las decisiones de inversión y la generación de empleo, en un contexto restrictivo para el financiamiento y con suba de tasas de interés» y advirtió que «debido a que ocurriría con el año en curso y con los flujos de caja de las empresas ya planificados, generaría complicaciones en las cadenas de pagos»

Por su parte, el Gobierno respalda la decisión porque sostiene que no es un «aumento de impuestos», sino una facultad de AFIP para ordenar el cobro de los gravámenes y por lo tanto, no tiene que ser discutido en el Congreso, como sí ocurriría si se tratara de un tributo.

En la UIA, según Noticias Argentinas, tienen miedo de que el hueco fiscal que sucederá el año próximo se equilibre con otras medidas que impliquen una nueva erogación al rubro. Además, a la industria le preocupa que no haya divisas para la importación.

En ese sentido, José De Mendiguren, nuevo secretario de Industria y Desarrollo Productivo, dijo que en septiembre podría mejor el cupo para ingresar al mercado de cambios si cede la demanda de energía.

 

LA MIRADA TRIBUTARIA

El tributarista César Litvin, dialogó esta mañana con Pablo Rossi en Radio Rivadavia sobre el anticipo de ganancias y remarcó que «esto es como una novela porque primero se pensó en el proyecto de un nuevo impuesto que se llamaba impuesto a la renta inesperada, se descartó y luego se pensó en un adicional del impuesto a las ganancias; aquí debía pasar por el Congreso para aumentar la alícuota, y ahora se está pensando en un anticipo del anticipo«.

En esa línea aclaró que «si bien pueden establecerse pagos a cuenta, tienen que estar dentro del límite de la razonabilidad» porque «hoy una empresa, después de pagar los impuestos del año, tiene que estar pagando anticipos que hoy equivalen al 100% del impuesto del año anterior».

Por lo tanto, afirmó que «seguir creando una porción más de anticipos estaría superando la base de cálculo del 100%», y adelantó que «le estarían exigiendo al contribuyente que anticipe, antes de que se produzca la determinación del impuesto, mucho más».

«Y esto tiene un límite de razonabilidad», enfatizó y detalló: «Entre ellos, que la ley no le puede permitir a la AFIP establecer tantos pagos a cuenta». En ese sentido, alertó que esos pagos «van a generar, en muchos casos, saldo a favor» y remarcó que «tengo muchas inquietudes». «La primera, cómo saben quiénes son los que tienen renta inesperada», subrayó, e indico: «Porque, en rigor de verdad, hasta que no terminen de compensarse todas las ganancias con todas las pérdidas que pueden tener, esperadas o inesperadas, por la inflación, por mayores gastos, no se puede saber quiénes son esas empresas».

En consecuencia, alertó que «ha circulado la posibilidad de que esto no sólo alcance a las empresas que han tenido mayores precios sino a cualquiera que haya tenido una ganancia superior al 20% respecto del año anterior».

Frente a ese panorama, señaló que «si nos plantamos en el 2022 vamos a tener que comparar con el 2021 y en el 2021 tuvimos la pandemia» y en conclusión definió a la medida «como más presión fiscal para las empresas», es decir, «un impuestazo encubierto con una sutil burla a la ley», debido a que, «se está excediendo en su facultad, superando un límite de razonabilidad».

 

 

 

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