El club River Plate cayó 2-1 ante Palmeiras en el estadio Monumental por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, en un partido que dejó al conjunto argentino con una mínima esperanza de cara a la revancha en Brasil. El equipo dirigido por Marcelo Gallardo sufrió durante gran parte del encuentro, pero logró descontar en el final gracias a un potente remate de Lucas Martínez Quarta, que mantuvo con vida la ilusión de revertir la serie en San Pablo.
El inicio del encuentro mostró a un Palmeiras muy superior, que se adelantó en el marcador con un cabezazo de Gustavo Gómez. El conjunto brasileño dominó el desarrollo de la primera parte, imponiéndose desde lo físico y con un claro orden táctico que desarticuló el planteo inicial de River. Con posesión de balón y jugadas claras, el equipo de Abel Ferreira controló el ritmo en Núñez.
El segundo gol visitante llegó tras una combinación entre López y Vitor Roque, dupla que ha sido determinante en los últimos encuentros del Verdao. Ese tanto dejó al equipo de Gallardo en una situación muy comprometida, ya que la defensa millonaria mostró dificultades para contener la velocidad y potencia de los atacantes rivales.
En el complemento, el técnico de River realizó modificaciones que mejoraron el rendimiento del equipo. El ingreso de Martínez Quarta en la defensa y los intentos de Juan Fernando Quintero en ataque dieron mayor equilibrio. Incluso, el conjunto argentino estuvo cerca de descontar antes, cuando se revisó en el VAR un posible penal por falta sobre Gonzalo Montiel, que finalmente fue anulado por posición adelantada.
Cuando el partido parecía sentenciado, apareció Martínez Quarta con un fuerte disparo desde fuera del área para establecer el 1-2 final. Ese gol le permite a River viajar al Allianz Parque con la obligación de lograr una remontada histórica, algo que no resulta ajeno a su trayectoria en Brasil en los últimos años.
La revancha definirá si los de Gallardo logran dar vuelta la serie o si Palmeiras accede nuevamente a la semifinal del certamen.