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ONU: Cinco acciones para fomentar la igualdad de género y la sostenibilidad
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ONU: Cinco acciones para fomentar la igualdad de género y la sostenibilidad

La desigualdad de género y la crisis climática son dos de los problemas más acuciantes de la actualidad, indica ONU Mujeres. Por ello propone cinco acciones para fomentar la igualdad de género y la sostenibilidad

A medida que se comprende mejor y se establecen conexiones fundamentales entre el género, la igualdad social y el cambio climático, la organización pide que se tomen medidas encaminadas a encontrar soluciones.

La organización pone en la mira aumentar la representación de las mujeres en las funciones de liderazgo y la toma de decisiones. Además, redistribuir el trabajo de cuidado y los recursos productivos. Ello con el objetivo de avanzar hacia un futuro sostenible y con igualdad de género.

En el Día Internacional de la Mujer, ONU Mujeres exige reformas políticas y sociales que prioricen la igualdad de género y la sostenibilidad en los objetivos de progreso. Para ello, propone cinco acciones para impulsar el cambio.

EMPODERAR A LAS PEQUEÑAS AGRICULTORAS

En las últimas décadas, el 55 por ciento de las mejoras en el área de la seguridad alimentaria de los países en desarrollo estuvieron impulsadas por programas que fomentan el empoderamiento de las mujeres.

La ONU proyecta que si las agricultoras tuvieran un acceso equitativo a los recursos productivos, sus rendimientos agrícolas aumentarían entre un 20 y 30 por ciento. 

Esto permitiría proporcionar alimentos suficientes para evitar que padezcan hambre unas 100 a 150 millones de personas, con lo que el nivel de hambruna en el mundo bajaría de un 12 a un 17 por ciento.

Aumentar la capacidad productiva de las pequeñas agriculturas también ayuda a promover las prácticas agrícolas sostenibles. 

Las pequeñas agricultoras, que tienden a depender de cultivos más diversos y resistentes al clima, constituyen una alternativa sostenible al actual modelo de producción agrícola.

INVERTIR EN EL TRABAJO DE CUIDADOS

La economía mundial depende del trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que realizan, sobre todo, las mujeres. Sin embargo, a pesar de su carácter esencial, este no es valorado como es debido, señala ONU. 

“Al contrario, el trabajo de cuidados se considera un producto ilimitado que puede utilizarse sin que esto acarree ningún costo o consecuencia”.

Es por ello que la ONU insta a los gobiernos a tratar el trabajo de cuidados como un bien común. Ampliar su disponibilidad y brindar el apoyo adecuado a quienes lo llevan a cabo. 

Esto abarca invertir en la ampliación de los servicios de cuidado, así como aumentar el apoyo a las cuidadoras no remuneradas.

APOYAR EL LIDERAZGO DE LAS MUJERES

Tanto a nivel nacional como comunitario, el liderazgo y la representación de las mujeres parecen lograr mejores resultados ambientales. 

“Los países con un mayor porcentaje de mujeres en el Parlamento tienden a adoptar políticas de cambio climático más rigurosas. Ello da como resultado la disminución de las emisiones de carbono. 

“En el plano local, la participación de las mujeres en la gestión de los recursos naturales permite realizar una gobernanza más equitativa e inclusiva de los recursos. Así como obtener mejores resultados de conservación”. 

Además, cuando los programas climáticos de las comunidades incluyen plenamente a las mujeres, tienden a hacer un uso más eficiente y eficaz de los recursos, indica ONU.

En general, “las mujeres suelen tener más en cuenta a sus familias y comunidades en los procesos de toma de decisiones. Lo que es crucial para crear las soluciones integrales que contribuyen a la adopción de medidas climáticas efectivas”. 

FINANCIAR LAS ORGANIZACIONES DE MUJERES

La colaboración del gobierno con las organizaciones de mujeres puede ayudar a garantizar que las políticas climáticas satisfagan las necesidades específicas de las mujeres y las niñas. Y que su aplicación sea eficaz, indica la organización. 

En las comunidades vulnerables, las organizaciones de mujeres, a menudo, actúan como una red de seguridad informal, cerrando las brechas en los servicios públicos y ayudando a brindar apoyo de emergencia. “Empoderar a dichas redes comunitarias es una forma crucial de crear resiliencia ante el clima a nivel local”.

PROTEGER LA SALUD DE LAS MUJERES

De acuerdo con las investigaciones, las mujeres sufrirán los efectos negativos en la salud del cambio climático. 

En general, las mujeres son más propensas a morir como consecuencia de los desastres, debido en parte a su acceso limitado a los recursos y servicios. 

“Las investigaciones también revelan que el cambio climático tendrá efectos negativos en la salud sexual y reproductiva. El aumento de las temperaturas está ocasionando la propagación de enfermedades, como la malaria, el dengue y el virus de Zika, que están relacionadas con resultados negativos en el embarazo y el nacimiento. 

“Además, las temperaturas extremas en sí mismas parecen incrementar la incidencia de la mortinatalidad. Como ocurre con otras crisis y desastres, el cambio climático también conduce a más violencia de género”.

A su vez, los desastres climáticos suelen provocar que se desvíen los recursos destinados a los servicios sanitarios de las mujeres y los servicios para apoyar a las sobrevivientes de la violencia de género. 

Como consecuencia del agravamiento del cambio climático, es fundamental que estos servicios se fortalezcan y se amplíen para mantener a las mujeres sanas y seguras, pide ONU.

Publicado en cooperación con Newsweek en español

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