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Luciano Castro: “Caer y levantarse”, en el escenario y en la vida
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Luciano Castro: “Caer y levantarse”, en el escenario y en la vida

Por Natalí Harari

El actor protagoniza su primer unipersonal en el teatro. En una charla con Newsweek Argentina, cuenta cómo vive este desafío artístico y profesional y cuánto de su propia historia hay en la de Junior, el boxeador preso que encarna en esta obra.

Por primera vez en su carrera artística, Luciano Castro se animó a protagonizar un unipersonal. Se trata de «Caer y Levantarse», un espectáculo dirigido por Mey Scápola y escrito por la dupla autoral Patricio Abadi y Nacho Ciatti, que propone un emotivo recorrido por la historia dorada del boxeo argentino, narrado a través de los ojos de Junior, un boxeador lleno de talento y condiciones que, sin embargo, debe emprender una dura batalla contra sus demonios y debilidades para salir adelante. ¿Como en su propia vida y la de todos? La obra se puede disfrutar durante la temporada de verano en el teatro Chauvín de Mar del Plata.

El actor habló con Newsweek Argentina sobre este importante desafío, con el que busca llegar al corazón del público a través de una historia de épica personal, de resiliencia y superación, de cuando la vida golpea tan fuerte que nos hace tambalear, pero encontramos la fuerza y la motivación para seguir adelante. Junior, el boxeador protagonista, está detenido en una penitenciaría de la Costa Argentina y, en la noche previa a recibir su sentencia, de manera confesional, abre su alma frente a los espectadores, compartiendo los claroscuros de su vida.

«Justamente elegí que sea boxeador para que pueda estar más cerca del personaje y poder entenderlo más a la hora de interpretarlo. El personaje tiene que ver con mi vida, el boxeo. Y después es padre, es novio, sufre, llora, todo lo que le puede pasar a cualquiera. Lo que busqué es llevarlo todo al límite porque este boxeador, Junior, está esperando una sentencia en la cárcel y es la última noche. Entonces, es una situación límite en la cual queda expuesto todo lo bueno y lo malo. Hace un mea culpa, como si fuera a morir esperando la sentencia», explicó.

Desde luego, «Caer y levantarse» es un título que no fue elegido al azar. Según Castro, él lo vincula con lo que le ocurre con los boxeadores en el ring y a todos en su la vida en general: «Creo que no hay analogía más grande que el boxeo para comparar con la vida. Cualquiera se ha caído o ha tenido malos momentos y, sin querer, queriendo, con ayuda, sin ayuda, te tenés que levantar. No hay muchos recursos más que levantarse y seguir. No te podés quedar en tu cama tirado llorando y esperando que la vida pase. Es un poco eso: caer y levantarse».

En ese sentido, el actor de 49 años remarcó que hoy está más atento a las caídas que fue teniendo en su vida: «Hoy, con 50 años (los cumplirá en marzo de 2025) me puedo dar cuenta y puedo sentir todas las veces que me caí, y todas las veces que me levanté. Quizás cuando sos más pibe lo tomás como que no pasa nada, la vida es eterna. Y bueno…, esto le pasa un poco a Junior también. Está en una situación límite y ve que todo lo que pensaba que era oro y brillaba, luego no brillaba tanto. Es así».

Para interpretar a este personaje, no se inspiró en un momento en particular, sostiene, sino que unió varios capítulos de su vida: “Lo que hice fue contar historias de vida, las cuales viví y fueron ficcionadas. Ni siquiera los diálogos son reales (solamente en una situación equis). Otras tantas las vivió algún ser muy querido mío. Y se eligió Mar del Plata porque pasé buena parte de mi infancia ahí, y uno de los personajes que Junior ama tiene que ver con la ciudad también. Todo se buscó para que sea empático, más allá de lo realista que pueda ser. Yo antes de ser conocido también tuve una vida, y esa vida pasó por Mar del Plata y Villa del Parque”.

Su camino en la actuación comenzó cuando era muy joven y, desde entonces, nunca se detuvo. Pero hacer un unipersonal es otra cosa. «No me pueden hinchar nunca los actores. Si existe tal cosa como un ‘ADN de actor’ clavado en la cabeza, lo tengo yo. En una charla con Mey Scápola, que es mi amiga y la directora del espectáculo, me dijo ‘vos deberías hacer unipersonal’. Es un género que yo no imaginaba, nunca rompí la cuarta pared a la hora de actuar. Al contrario, esa cuarta pared me daba esa impunidad, esa seguridad, ese ‘qué me importa, si yo solo estoy actuando y hago lo que quiero o lo que siento’. Bueno, ahora no existe eso: yo tengo que contarle a la gente lo que pasa; y no solo eso, tengo que captar su atención, y tiene que ser un cuento atractivo, lo cual no es menor. Y todo tiene que suceder en poco tiempo, porque el unipersonal no puede durar seis horas».

UNA VIDA, UNA CARRERA

Como se señalaba, Luciano Castro comenzó su carrera con 17 años, de la mano de Cris Morena en «Jugate Conmigo»; pasó por «Chiquititas»; por «Montaña rusa, otra vuelta»; y se lució con su personaje en «Campeones de la vida». Estuvo en las ficciones más recordadas y más exitosas de la televisión como «Son Amores» y «Los Roldán». Protagonizó «Lalola», con Carla Peterson, y en 2007 se llevó el Martín Fierro como Mejor Actor Protagónico de Comedia por su rol en ese ciclo. Fue uno de los preferidos de Pol-ka. Estuvo en «Valientes», «Sos mi hombre», «Los ricos no piden permiso» y «Las Estrellas», entre otras ficciones en las que mayormente fue galán y protagonista.

“Después de 34 años de trabajo, me parece que uno puede empezar a darse gustos. Es un unipersonal, no una autobiografía. Cuando se habla de que es padre, porque es padre… O sea, a mi edad son más las personas que me rodean y que son padres que los que no. Entonces, busco algo que sea empático, un común denominador. Sufre de amor porque son más los que sufren por amor que los que no sufren por amor. Se cae porque son más los que se caen que los que no se caen. Por eso, no tengo más que estudiarme a mí mismo y mirar alrededor mío. No hay mucho más que eso. No soy pretenecioso a la hora de buscar un texto, no busco un texto que tenga que explicártelo cuando termine», aseguró.

A PUERTAS CERRADAS

Luciano Castro está en pareja con Griselda Siciliani y, si bien a él nunca le gustó dar detalles sobre su intimidad, tanto su exnovia Flor Vigna como su exmujer y madre de dos de sus hijos, Sabrina Rojas, últimamente han dado mucha información sobre sus rupturas y las supuestas infidelidades.

En ese contexto, contó que Griselda irá algunos días a Mar del Plata para estar a su lado. «Al principio me voy solo, tengo que llegar y ensayar, después ya llegan mis hijos, llega mi novia, llegan mis amigos, llega mi hermano. Griselda va a ir y venir. Ella tiene su vida y su hija, y lo hace valer muy claramente. Así que va a ir y va a venir, sí va a estar en los momentos que nosotros consideramos. Ella es muy tana en eso, es muy tana, muere por la causa», remarcó el actor.

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Sobre las críticas públicas que ha recibido por parte de sus exparejas, fue contundente: «No sé, no me importa, no hablo de eso y no son respuestas que yo pueda dar porque no sale de mí. No tengo ni una opinión formada siquiera porque tengo que pensar en un unipersonal, en la letra a la que no puedo ahorrarle ni una coma, tengo que pensar que tengo tres hijos que me necesitan todos los días, tengo que pensar que me vaya bien para poder pagar todas mis cuentas y que esté todo bien. Todo lo que tenga que ver con lo otro, yo lo resuelvo siempre igual, hablando puertas adentro y cara a cara, tiene que ver conmigo y con mi esencia. Yo no me meto en la vida de nadie y festejo que cada uno pueda decir lo que quiera, porque no se olviden que en una época no se podía ni decir nada». Y concluye: «Esto ni siquiera es una postura, es una acción de vida. Eso se llama ‘valores’. A la gente le gusta decir ‘códigos’, pero códigos tienen los chorros; valores tienen las personas».

Y es que, en la vida, en el ring y en escenario, Luciano Castro ha aprendido a “Caer y Levantarse”.

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