Disney lanzó el 23 de mayo su esperada adaptación en acción real de Lilo & Stitch, una reinterpretación del clásico animado de 2002 que se suma a la estrategia del estudio de revivir sus franquicias más queridas. En esta nueva versión, la historia ambientada en Hawái cobra vida con actores reales y una estética más tangible, sin dejar de lado el núcleo emocional que conquistó al público hace más de dos décadas: la familia, la pertenencia y el vínculo inquebrantable entre una niña y una criatura del espacio exterior.
El film fue dirigido por Dean Fleischer Camp, con la debutante Maia Kealoha en el rol de Lilo y Sydney Agudong como Nani, su hermana mayor. El icónico Stitch vuelve a tener la voz de Chris Sanders, cocreador de la película original. Según declaró Fleischer Camp a Reuters, el cambio al formato de acción real les permitió “profundizar en las relaciones humanas y situar la historia en un entorno más palpable”.
La premiere tuvo lugar en Los Ángeles el 17 de mayo y reunió a todo el elenco, incluido Zach Galifianakis, quien interpreta al Dr. Jumba.
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La nueva versión conserva la trama central del film animado: una niña solitaria establece una amistad con un experimento alienígena fugitivo, dando lugar a una convivencia tan caótica como entrañable. Pero también incorpora personajes inéditos, como la Sra. Kekoa —interpretada por Tia Carrere, quien en la original daba voz a Nani—, que ayudan a reforzar el eje familiar. Críticos como los de Rotten Tomatoes y Fresh Fiction subrayaron que estos añadidos buscan enriquecer la estructura narrativa sin traicionar el espíritu del original.
Uno de los cambios más notorios respecto a la película de 2002 es el nuevo foco dramático puesto en Nani, quien ya no funciona solo como personaje secundario. Según el crítico Jon Negroni, esta versión “convierte a Nani en coprotagonista activa y desplaza parte del peso emocional hacia ella”. De esta forma, el relato no solo explora la pérdida y el duelo desde la mirada infantil, sino también desde la perspectiva de una joven obligada a crecer de golpe.
En cuanto al elenco, el desempeño de Maia Kealoha recibió opiniones divididas. Algunos medios, como The Cinematic Reel, elogiaron su habilidad para interactuar con personajes creados digitalmente, mientras que otros, como Variety, cuestionaron su nivel de energía frente a la vivacidad de su contraparte animada. A pesar de ello, el consenso parece apuntar a que la cinta consigue mantener la magia emotiva que caracterizó a su antecesora.
El impacto comercial también es prometedor. Según The New York Times, se espera que la película recaude 120 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos, impulsada por el feriado del Memorial Day. Aunque aún no hay fecha para su llegada a Disney+, se prevé que tras su paso por salas la película refuerce el posicionamiento de Stitch como una de las figuras más valiosas del merchandising de la empresa, junto a franquicias como Frozen y Star Wars.
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Las primeras reacciones de la crítica
Las primeras impresiones del remake fueron, en su mayoría, positivas, especialmente entre los periodistas que asistieron a funciones preliminares. La crítica Wendy Lee Szany escribió en X que Lilo & Stitch “es la mejor adaptación live-action de Disney hasta la fecha”, destacando el factor nostalgia y una “enorme ola de momentos conmovedores”. Por su parte, la periodista Laura Sirikul aseguró que el film logra “dar más profundidad a Lilo y Nani” y calificó a Maia Kealoha como “una estrella”. También elogió la fusión de efectos visuales con acción real: “Fue mágico. Muy dulce”.
En redes sociales, otras voces celebraron el film como “la mayor sorpresa del año” y “pura magia Disney”, valorando su equilibrio entre humor y ternura. La recepción del personaje de Stitch en formato realista fue especialmente destacada como un logro técnico y emocional.
Sin embargo, no todas las voces fueron favorables. Una reseña publicada por The Guardian rompió con la tónica general y calificó la película como “espantosa”, abriendo el debate sobre los límites de las adaptaciones live-action y las altas expectativas que genera volver a tocar una historia tan querida.