La inesperada muerte de la actriz surcoreana Kim Sae-ron a sus apenas 24 años conmocionó a Corea del Sur, y volvió a poner el foco sobre la presión que padecen los artistas en dicho país, el acoso y la salud mental.
El pasado domingo, la joven fue hallada sin vida en su hogar, ubicado en el este de Seúl. Fue un amigo suyo con quien iba a reunirse quien la encontró y dio aviso a la policía sobre lo ocurrido.
Hasta el momento, los investigadores continúan investigando la causa de su muerte. Aunque los primeros indicios indicaban que no había señales de que haya habido rastros de un crimen, por lo que comenzaron a apuntar que ella misma se habría quitado la vida.
“Creemos que tomó una decisión extrema y planeamos tratarla como un suicidio”, dijo una fuente policial según la agencia surcoreana Yonhap.
Kim Sae-ron es una actriz que saltó a la fama muy pequeña. Su carrera comenzó a los 9 años, cuando fue parte de las películas “A Brand New Life” (2009) y “El hombre sin pasado” (2010), donde se ganó el cariño del público.
A lo largo de su carrera protagonizó varias series y producciones de cine. En los últimos años comenzó a ganar notoriedad internacional al ser parte de las series “Besos y presagios” y “Sabuesos”, que se emitieron por Disney + y Netflix respectivamente.
Sin embargo, en 2022 se vio involucrada en una polémica que le trajo graves consecuencias en su carrera. En mayo de ese año, la actriz protagonizó un accidente en el que chocó su vehículo contra un transformador, lo que provocó un apagón que afectó a varias viviendas y comercios. El test de alcoholemia reveló que estaba manejando en estado de ebriedad.
Aunque la joven pidió disculpas, el hecho no cayó bien en la sociedad surcoreana, que a menudo se muestra hostil contra las estrellas y famosos cuando se ven envueltos en polémicas.
Por el caso fue condenada a pagar una multa de 20 millones de wones y resarcir a los damnificados, lo que le generó graves problemas económicos. Además, Netflix decidió sustituirla en la serie “Sabuesos”, y fue bajada de otra serie que estaba grabando en ese momento.
En medio del escarnio público y sin dinero, decidió recluirse de la prensa y comenzó a trabajar en una cafetería. En 2024 intentó retomar su carrera como actriz al participar de una obra de teatro, pero nuevamente el público recordó el polémico accidente y decidió renunciar. Además, había filmado una película llamada “Guitar Man”, que sería su obra póstuma.
Tras conocerse su muerte, la comunidad en línea Women Celebrities Gallery publicó un duro comunicado en el que advirtió sobre el acoso y las presiones por el éxito que reciben los famosos, especialmente en Corea del Sur.
“Es necesaria una reflexión para evitar que se repitan sucesos tan trágicos. Las críticas sin pruebas, las burlas y los comentarios malintencionados pueden arruinar por completo la vida de una persona. Esperamos que este incidente sirva de oportunidad para que nuestra sociedad mire a todas las personas con más calidez y compasión”, expresaron.