Bruce Willis, ícono del cine de acción y drama, enfrenta su papel más difícil lejos de las cámaras: la lucha contra una demencia frontotemporal que avanza sin tregua. El actor, conocido por películas como Duro de Matar y El Sexto Sentido, ya perdió la capacidad de comunicarse verbalmente, y afirman desde su entorno que no puede leer ni escribir.
El deterioro cognitivo y físico se ha intensificado rápidamente. Glenn Gordon Caron, creador de Moonlighting, reveló que Willis “ya no es totalmente verbal” y que apenas logra momentos de lucidez en los que reconoce rostros familiares.
Además de las dificultades para expresarse, el actor tiene problemas para caminar, y su conciencia sobre su propia condición es limitada, lo que hace aún más duro el proceso para quienes lo rodean.
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Frente a una enfermedad sin cura, el tratamiento de Willis se centra exclusivamente en cuidados paliativos, con el objetivo de preservar su calidad de vida. La progresión de la demencia frontotemporal suele extenderse entre siete y trece años desde su diagnóstico, un trayecto desgarrador tanto para el paciente como para su familia. En ese camino, su esposa Emma Heming y su exesposa Demi Moore han unido fuerzas junto a sus hijas para formar una red de contención amorosa y constante.
Lejos de ocultar la situación, la familia de Willis ha elegido compartir su experiencia con el mundo, arrojando luz sobre una enfermedad que afecta a miles de personas en silencio.
La valentía de Emma Heming al hablar sobre el duelo anticipado y las exigencias del cuidado ha generado empatía y visibilización. En ese gesto, la familia no solo acompaña a Bruce con dignidad, sino que también ayuda a otros a entender y enfrentar el dolor de este tipo de pérdida progresiva.
