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Ariel Tarico, sin imitaciones: «Los políticos son nuestros empleados y nos deben explicaciones»
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Ariel Tarico, sin imitaciones: «Los políticos son nuestros empleados y nos deben explicaciones»

Es uno de los mejores imitadores del país, pero también se autodefine como caricaturista y sueña con mostrar su enorme potencial actoral en la cine o la tele, con personajes más complejos. En una entrevista exclusiva con Newsweek Argentina, habla de sus desafíos y de su relación con los políticos a los que imita día tras día en Radio Rivadavia y el canal TN.

Por Natalí Harari
Fotos: Juan Vargas

Ariel Tarico se describe como caricaturista. Pero los argentinos lo conocen y consideran como uno de los mejores imitadores de la época. Caracterizado como políticos o periodistas, se luce en los programas «Pan y Circo» y «Cristina Sin Vueltas», de Radio Rivadavia, y en el teatro con el espectáculo «Tarico on the Rotemberg: Sean de Termos y Mabeles», junto a David Rottebmerg, además de su labor en la señal televisiva TN.

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Multipremiado por su trabajo en categorías como «Mejor Labor Humorística» y «Mejor Imitador», a sus 41 años, Ariel Tarico atraviesa uno de los momentos más importantes de su carrera y espera regresar al teatro con un nuevo espectáculo para el verano.

Según reveló a Newsweek, aunque no se gane la vida con sus dibujos, las caricaturas las sigue haciendo y son una constante en su vida: «La caricatura tiene mucho de exageración pero también de síntesis, entonces siempre vuelvo al dibujo. Lo hago más para mí, para mis amigos, es algo que utilizo a veces en casa…, me gusta pintar. Antes quería publicar y ahora me gusta más hacerlo en casa como algo para mí, lo hago para relajar».

Además de ser un gran dibujante, su pasión por la comunicación le marcó el camino desde muy pequeño: «La tele que yo veía de chico eran los programas humorísticos de Juan Carlos Calabró, Juan Carlos Mesa, Juan Alberto Badía. Siempre estaba atento a eso y también cuando en Videomatch se empezó a destacar Miguel Ángel Rodríguez como actor e imitador. Fue como una gran influencia».

Si bien en el colegio se animaba a hacer las primeras imitaciones a profesores, era un poco tímido y fue la radio la que le dio el impulso para tomárselo más en serio: «En mi casa se escuchaba mucho la radio. Yo empecé a incorporar las voces de los periodistas, se me empezaban a pegar algunos tonos y empezaba como a tratar de imitarlos. Entonces quería estar en esa radio que yo escuchaba en mi casa. Era la época donde había que golpear puertas, donde había que preparar un demo. No era fácil, los productores eran muy exigentes, había mucho filtro. Así que se me ocurrió un día llamar a la radio haciéndome pasar por un periodista de Santa Fe, y como el otro periodista que estaba del otro lado se lo creyó, ahí me dijo ‘bueno, venite a ver qué hacemos’. Y yo salía desde la producción del programa por teléfono. Siempre por teléfono porque se daba como que eran más creíbles las voces. Y además el estudio era sagrado. Los humoristas fueron mis consejeros, porque yo tenía 14 años. Estaba en la secundaria. Era algo muy raro, muy loco, que me dejaran participar».

«Yo siempre tenía esto de que por ahí cuando empezaba a participar del medio quería estar en contacto con los que sentía que teníamos la misma afinidad. Entonces por eso por ahí agarraba la guía telefónica y lo llamaba. Le mandé un mail a Jorge Guinzburg para comentarle que hacía imitaciones y él me lo contestó. Entonces eso para mí fue muy loco, de golpe estar en contacto con el tipo que admiro, que me diga ‘sí, mandame a esta dirección un demo’. Entonces a mí me fascinaba eso, hacer un laburo muy de producción. Era una época pre-redes, o sea, empezaba recién Internet. Más difícil todavía. Era mucha expectativa, mucha ansiedad. Pero bueno, yo tenía la idea de que en algún momento iba a llegar, me iban a abrir las puertas», recordó.

LAS MIL CARAS DE LA POLÍTICA

Tarico contó que los políticos no se molestan con sus imitaciones, por el contrario, se divierten: «Noto que se divierten, pero no tengo contacto con ellos. Ellos no se molestan, los que se molestan son los fanáticos. Siempre pasa eso».

«Ya en mis 40 años los vi a todos. Saco algunas cosas positivas, pero también creo que todos son responsables de este presente que tenemos. Me parece que todavía nos falta mucho por aprender, sobre todo por aprender como ciudadanos que los que están arriba son empleados y nos deben explicaciones, y que nos tienen que realmente brindar un servicio. El hecho de estar conectados con los problemas reales… Yo veo que mucha gente que he conocido por ahí, que he tenido al lado, de golpe es funcionaria y ya le ponen un chofer, y empiezan a ver otra realidad o empiezan a estar a la defensiva y se olvidan un poco de lo que decían antes cuando no eran funcionarios. Se convierten en eso que criticaban. Tengo más esperanza en las generaciones que vienen, las de mis hijos, porque tienen otro chip y por ahí son más empáticos».

Al ser consultado sobre si considera que sus imitaciones ayudaron a los políticos a ablandarse, aseguró que no lo ve así: «En general creo que ya con el tema de las redes se ablandó bastante eso. Noto que ahora, a través de las redes sociales, estamos viviendo la era donde ya los asesores de imagen se han corrido y ahora vemos a los políticos tal cual son».

«Mi espacio en radio y tele es como un recreo, que se da como un espacio de improvisación donde los conductores le pueden decir cosas al personaje.Se las están diciendo al personaje, pero me las dicen a mí. Trabajé con gente muy diversa: Néstor Ibarra, Magdalena Ruiz Guiñazú, Lalo Mir, Santo Biasatti, Juan Carlos Mesa, Dady Brieva, Chiche Gelblung, Roberto Pettinato. Fueron grandes maestros míos. Yo era muy pendejo, entonces me equivocaba bastante seguido, y fueron bastante piadosos en eso», aseguró.

Finalmente, ya asentado en la profesión que construyó a base de esfuerzo desde hace tantos años, sigue buscando nuevos desafíos. «Hoy me encuentro en un momento donde disfruto mucho. Me pasa en el teatro, me pasa en la radio, me pasa en la tele también. Y por ahí a futuro sí me gustaría hacer cine o alguna serie. Sí, algo más comprometido o complejizar un poco más el tema. Más como actor, no tanto como imitador», concluyó.

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