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Gonzalo Quilodrán, director del ENACOM: “La inclusión social es hoy la inclusión digital”
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Gonzalo Quilodrán, director del ENACOM: “La inclusión social es hoy la inclusión digital”

“Salteño, politólogo de profesión, militante político”. Así se autodefine Gonzalo Quilodrán, desde enero de este año uno de los directores del ENACOM, Ente Nacional de Comunicaciones.

El organismo autártico fue creado en 2015 con el objetivo de regular las comunicaciones, luego de la disolución de la AFSCA, uno de los cambios que Mauricio Macri le hizo a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

“Honrado” por la designación del presidente, Alberto Fernández, y del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el organismo; Quilodrán también reconoce que está “de paso”: su lugar en la política está en Salta. “Sueño con una provincia que piense más a mediano plazo y que genere oportunidades, creo que Salta tiene una ubicación geoestratégica con salidas equidistantes a dos océanos, a esa América Latina profunda que muchas veces no vemos. Hay que sentar las bases para generar oportunidades en una provincia que es rica por donde se la mire”, asegura.

Hoy, destina su energía a alcanzar un gran objetivo: nada menos que el desafío de disminuir la brecha digital y lograr un mayor grado de conectividad para los argentinos y argentinas, lo que, entiende, significa la plena inclusión en 2020: estar conectados.

Dentro de sus prioridades desde la dirección del ENACOM está la de incrementar la conectividad ¿Qué significa ese término en todo su alcance?

La Cuarta Tecnología de Telefonía Móvil, que es la Cuarta Generación, 4G, es la que permite a través del uso de datos poder navegar, usar diferentes aplicaciones, como las de mensajería en sus múltiples formas. La cobertura de 4G en la Argentina no es uniforme, no alcanza a todo el territorio nacional, y eso es parte de una deuda que tenemos con buena parte de la población. Hay buena cobertura en los principales centros urbanos, y donde reside aproximadamente el 93% de los argentinos, pero cuando uno se desplaza y hace unos kilómetros por fuera de la ciudad, de las localidades intermedias, de las capitales de provincia; uno empieza a encontrar complicaciones en esa cobertura.

Claro que anteriormente estos servicios eran absolutamente suntuarios, pero ahora, en la actualidad -y como dejó en evidencia la pandemia-, de suntuario pasó a ser importante, y de importante a imprescindible. Con las aplicaciones que vamos usando para trabajar y para las actividades de nuestros hijos lo que está migrando también es la cultura de nuestra vida cotidiana, nuestra cultura de consumo, nuestra forma de comunicarnos o de intercomunicarnos, nuestra forma de trabajar.

 

«Se terminaron en la Argentina los aumentos de tarifas unilaterales e injustificados», asegura el funcionario.

 

Hace pocas semanas el congreso sancionó una Ley de Teletrabajo que en muchos lugares de la Argentina es de práctica imposible si nosotros no llegamos con la conectividad, entonces tenemos una ley que rige para todo el territorio nacional pero que en algunos lugares no se puede cumplir. Esa desigualdad que existe en la Argentina, cada vez que nos reunimos con el presidente de la nación y con el jefe de gabinete de ministros nos dejan en claro que nosotros no vamos a ser cómplices de que haya argentinos de primera y argentinos de segunda en materia del acceso a la conectividad, por eso nuestra proactividad respecto de programas que encaren de manera focal estas políticas y darles continuidad para que tengan sentido de políticas públicas, independientemente de que falte mucho para la finalización de este gobierno. El objetivo es que quienes vayan a seguir continúen ese trabajo fundamental del sector público conjuntamente con el sector privado, eso está bueno dejarlo en claro, nosotros necesitamos reglas claras, previsibilidad, seguridad jurídica y entender que no es contra nadie que haya un Estado presente con capacidad y poder regulatorio que defienda intereses centrales, esenciales y estratégicos.

¿Cuál es la lógica que se plantean para lograr inclusión en términos de conectividad?

En donde en el siglo XX discutíamos de inclusión social, esa inclusión social hoy es la inclusión digital: porque te permite educarte, estar en contacto con seres queridos, trabajar, capacitarte, buscar trabajo aquellos que no lo tienen. La idea es trabajar en generar habilidades y capacidades en sectores que a lo mejor tenían empleos tradicionales y se quedaron literalmente fuera del mercado laboral. Antes los mayores de 45, 50 años, que perdían un empleo tradicional sentían que no podían reinsertarse y hoy, aunque no son nativos digitales, la tecnología les abre una oportunidad con el teletrabajo o con la posibilidad de aprender nuevas habilidades, entonces nosotros tenemos que ver -y es algo que hacemos muy a menudo- hacia donde va el mundo en esto.

Nosotros no queremos salir a conectar sin sentido, sino con una lógica inclusiva desde lo social pero planificando un esquema que permita generar empleo genuino, que genere oportunidades a partir de la conectividad. Sabemos que hoy es un derecho básico, esencial, para las personas, pero también para proyectar inversiones a futuro del sector productivo, tanto desde la minería, la vitivinicultura, el turismo, y los diversos sectores, y no solo los vinculados a la tecnología.

¿La desigualdad en lo que es la conectividad está relacionada meramente a las regiones?

Hay una realidad en las grandes ciudades de la Argentina, como la ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, y las principales capitales de provincia, donde el mercado tuvo una lógica en la que se dejó a un saldo de argentinos y argentinas relegados principalmente en los barrios populares.

 

La conectividad se dará según una «lógica inclusiva desde lo social, pero planificando un esquema que permita generar empleo genuino», sostiene Quilodrán.

 

Después tenemos la Argentina profunda, donde por densidad poblacional y por poder adquisitivo no fue atractiva para la inversión privada, entonces esta inversión se vio ralentizada y no llegó en tiempo y forma. Ahí es donde más necesitamos de la mano del gobierno nacional, de un estado presente de manera inteligente, que apoye las iniciativas del sector privado y que permita dar soluciones de conectividad para seguir ampliando la red de fibra óptica tanto minorista como mayorista.

¿Qué rol tiene Arsat en todo esto?

En lo mayorista tiene un rol esencial, ya que es nuestro socio estratégico en el Estado Nacional y en el marco de todo eso fue que el presidente de la Nación anunció el Plan Conectar, que implica varios ejes: por un lado la ampliación del Data Center de Arsat, la creación del satélite Asrat 3, Arsat SG1, que va a permitir si los tiempos dan, que hasta ahora van perfecto, ponerse en orbita en 2023. Es otro de los satélites vinculado a las telecomunicaciones que va a permitir brindar internet de banda ancha en todo el territorio nacional y países limítrofes, y nos vuelve a poner en ese selecto club de diez países del mundo que son capaces de fabricar un satélite y ponerlo en órbita.

Después, el Plan se propone ampliar la red general de fibra óptica que hoy tiene 34.500 kilómetros y alcanza mas de 1200 localidades, entonces ¿que hace Arsat? Regula el mercado mayorista, compitiendo con los otros mayoristas, entonces la calidad sube y el precio baja, y nosotros ayudamos a darle capilaridad en el territorio, fomentando el tendido de red de pymes, micropymes, cooperativas, empresas familiares, que son pequeñas licenciatarias TIC que hicieron posible que en todo este tiempo esos argentinos y argentinas de la Argentina profunda estén conectados.

O sea que ese pueblo para tener conectividad necesita que haya también una empresa, una pyme…

Una pequeña licenciataria TIC, que a nosotros lo que verdaderamente nos interesa es eso, nosotros ayudamos a florecer muchas pequeñas empresas de esa Argentina profunda que tienen, por el lugar donde están radicadas, pocos clientes, que hay localidades rurales que si tuvieran que hacer una inversión propia no podrían hacerlo, a lo mejor para tener 70 clientes más, y ahí es donde nosotros los ayudamos, a hacer ese tendido de fibra óptica por ahí por unos pocos kilómetros, nosotros los ayudamos a llegar y entonces robustecemos ese sector, y también nos permite llegar a más argentinos y argentinas.

Y dentro de esa Argentina profunda que no está conectada, ¿se sabe qué porcentaje de la población precisa de planes de conectividad para no quedarse afuera?

Nosotros el análisis que tenemos es provincia por provincia, porque la diferencia es mucha entre diferentes provincias que por ahí son vecinas. Eso por un lado, y por otro lado también se empieza a notar una enorme diferencia en la velocidad y en la calidad de la prestación, no podemos decir que una provincia esté conectada hoy por tener algo de internet, se empieza a jugar también la capacidad que tenga en cuanto a ancho de banda y en cuanto a velocidad, eso es lo que nosotros tratamos de invertir en cuanto a esos parámetros, para que las asimetrías no sean tan profundas.

¿Cuáles son los planes mas relevantes que implementan desde el ENACOM para incrementar los niveles de conectividad en el país?

En diez meses entregamos más subsidios, que son aportes no reembolsables, a pequeñas redes de la Argentina profunda más que la gestión anterior en cuatro años, entendiendo que hay una variable macroeconómica en el medio de inflación, pero está claro hacia dónde vamos. La ecuación y los problemas para nosotros no los va a resolver el mercado por sí solo. Por otro lado, nosotros atendimos los problemas que veíamos focalizados, por ejemplo en barrios populares, creamos un programa fondeado con mil millones de pesos que después serán renovados, para dar solución en cuanto a la conectividad al tendido de red a los 4416 barrios populares registrados en el RENABAP que hay en toda la Argentina.

 

Según el director del ENACOM hoy hay un Estado «presente con capacidad y poder regulatorio que defiende intereses centrales, esenciales y estratégicos».

 

Trabajamos con proyectos de abajo hacia arriba, recibiendo y financiándolos. Por otro lado, tenemos un programa que creamos de instituciones públicas, priorizando educación, salud y seguridad para interconectar escuelas. Solo el 40 por ciento de las instituciones educativas públicas en la Argentina tienen conectividad, por eso es algo que estamos trabajando conjuntamente con EDUCAR y el Ministerio de Educación.

Luego, el programa de corredores viales, donde priorizamos corredores vinculados a la producción y al turismo para brindar seguridad, no solo vial sino a la seguridad en su sentido más amplio, para que en esos lugares haya conectividad. Nosotros en ese sentido atendemos los dos núcleos que venían siendo desatendidos: los barrios populares en las grandes ciudades y las zonas adversas, entendiendo esa Argentina profunda, el interior del interior, las localidades que están en las provincias y que no son la capital, que están alejadas hasta de las capitales provinciales.

El Gobierno congeló en plena pandemia y mediante un decreto las tarifas de celulares, internet y tv por cable hasta fin de año ¿Qué va a pasar luego del 31 de diciembre con el precio de estos servicios?

Cuando decimos que el Estado Nacional recupera poder regulatorio quiere decir que se terminaron en la Argentina los aumentos unilaterales injustificados, hoy es el ENACOM el que autoriza los aumentos, que tienen que tener razonabilidad y en los que se contemplarán planes de inversión, se contempla la rentabilidad de la industria, el servicio que se presta. Tenemos que encontrar el punto medio entre no desfinanciar la industria, garantizar la accesibilidad para los sectores más postergados por la crisis económica y que las empresas no se desfinancien para que sea rentable la industria y que puedan mantener su plantel de empleados.

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